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Guatemala revive la crueldad de la guerra

  • 02 octubre 2014 /

Empieza juicio por el asalto, en 1980, a embajada española con resultado de 37 muertos.

Ciudad de Guatemala.

La ganadora del Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, fue la testigo estrella en la primera sesión del proceso contra uno de los capítulos más negros de la Guerra Civil (1960-1996).

La activista indígena fue la primera testigo del debate oral y público en contra del exjefe policial Pedro García Arredondo, único acusado de las 37 muertes.

El relato detalló el asesinato de 20 integrantes de su familia, entre ellos sus hermanos Patrocinio y Víctor, su madre Juana, cuyos restos aún no se han encontrado, mientras que su padre, Vicente Menchú, murió quemado junto a las otras 36 personas en la embajada española.

“Estoy aquí porque tengo una esperanza en la justicia penal; yo solo quiero una justicia justa y la verdad”, manifestó entre lágrimas.

Declaración de inocencia

Pedro García Arredondo, 69 años, exjefe de un comando de la extinta Policía Nacional (PN), se declaró inocente de los delitos de asesinato y lesa humanidad. “Ante Dios y la tierra, soy inocente, soy inocente y soy inocente”, fueron sus únicas palabras.

La masacre tuvo lugar cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar del general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española después de que fuera ocupada por campesinos guatemaltecos.

La lideresa indígena añadió que 34 años después sigue recibiendo insultos, pero “hoy quiero que las 37 víctimas descansen en paz y nosotros sus familiares tengamos paz”, enfatizó Menchú, quien a cada momento se limpiaba las lágrimas. La fiscal Hilda Pineda dijo al Tribunal que durante el juicio, que llevará varias semanas, el Ministerio Público probará que García Arredondo recibió órdenes de que ninguno de los que habían ocupado la embajada saliera con vida.