Brutal ley castiga con la muerte a quienes vean series extranjeras en Corea del Norte

Pyongyang, Corea del Norte.

Corea del Norte (oficialmente República Popular Democrática de Corea) es la nación más hermética del mundo, la más inhóspita y, por tanto, la más desconocida. En los últimos días, desde Pyongyang, la capital norcoreana, se informó acerca de una nueva ley que buscará erradicar cualquier tipo de influencia extranjera en la población (más de 27 millones de personas).

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La dinastía Kim, primero con Kim Il-sung, en 1948, con la creación o división de la Península de Corea en norte y sur, pasando por Kim Jong-il y ahora con Kin Jong-un, ha implantado en Corea del Norte un régimen no solo autoritario en lo político y económico, sino también en lo cultural.

Foto: La Prensa Kim Jong-un, acompañado de sus funcionarios, en la capital Pyongyang.

La nueva ley podría castigar con la muerte a quien sea sorprendido con películas, ropa o incluso utilizando lenguaje o jerga externa a Corea del Norte. Los motivos, aunque son revelados por disidentes norcoreanos, son difíciles de precisar, a consecuencia de la falta de información desde la península.

Según informes, el líder supremo de Corea del Norte, junto a su séquito, pretendería erradicar la influencia y fascinación de la población joven del país por Corea del Sur. Uno de los fenómenos alusivos sería el K-Pop, un género musical originario de esa nación asiática, destinado, principalmente, a población adolescente y adultos jóvenes, entre otras aristas.

Un disidente norcoreano, llamado Yoon Mi-so, contó que, cuando tenía 11 años de edad, presenció la ejecución de un hombre que fue sorprendido viendo una película surcoreana. Relata que fue obligado, junto a sus vecinos, a mirar la muerte del hombre. 'Si no lo hacías, era considerado como traición', dijo a la BBC, ahora desde Seúl, capital surcoreana, y ciudad que alberga a más de 36,000 norcoreanos que lograron huir del régimen.

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'Tengo un recuerdo muy fuerte del hombre que tenía los ojos vendados. Todavía puedo ver sus lágrimas. Fue traumático para mí. La venda estaba completamente empapada por su llanto. Lo pusieron en una estaca, lo ataron y luego le dispararon', describe.

En Corea del Norte el acceso a redes de internet es regulado. La televisión es estatal y la programación es elegida por autoridades de difusión y comunicaciones del régimen. Tampoco se permite la salida del país sin filtros. Corea del Norte sobrevivive, económicamente, a través del contrabando de armas, materias primas y mano de obra en países de Asia central y Medio Oriente, especialmente.

No existen redes sociales. Están bloqueadas. Tampoco YouTube, mucho menos propaganda surcoreana, país con el que Corea del Norte libra una guerra activa y fría desde la década de 1950, aunque existieron acercamientos en los últimos años.

Kim Jong-un, heredero del poder, y que cursó estudios superiores en Suiza, considera los peinados, jerga y costumbres extranjeras 'venenos peligrosos'. Ahora, la ley agudizaría las restricciones de una población sumida en un silencio eterno y que vive bajo el umbral de la pobreza.

Ahora, todo aquel norcoreano que sea sorprendido, especialmente sintonizando, aludiendo o propagando contenidos de origen surcoreano, estadounidense o japonés podría enfrentar la pena de muerte. Castigos menores podrían acarrerar prisión de 15 años en campos especializados.

En el plano político, el proyecto incluye pensamiento de la juventud joven. Kim escribió una carta en las últimas semanas en que pide a autoridades de ministerios juveniles a 'tomar medidas enérgicas contra el comportamiento desagradable, individualista y antisocialista' entre los jóvenes.

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El Daily NK, un medio de comunicación digital con sede en Seúl, informó que tres adolescentes norcoreanos fueron enviados a campamentos de reeducación por cortarse el pelo como ídolos del K-pop. Además de utilizar los pantalones por encima de los tobillos, en información que, por la complejidad y hermetismo, no puede ser comprobada, por ahora.

También la ley incluiría castigos, hasta llegar a la muerte, para padres cuyos hijos sean problemáticos y estos sean incapaces de aplicarles rigor. También el jefe de una fábrica podría recibir castigos si un trabajador es descubierto cometiendo alguna de las faltas en mención; esto como mecanismo de conexión que involucre y preocupe a la población en general.

¿Cómo logran ver contenidos extranjeros?

Durante años, los norcoreanos han utilizado memorias USB para compartir contenidos audiovisuales, como series, música o películas. Se han proliferado a gran escala en el país, describe un disidente, cuya identidad no es revelada. Estas son fáciles de ocultar y están protegidas con contraseñas. Incluso, en caso de revisión repentina de las fuerzas del régimen, pueden programarse para que esta información se borre.

Las mismas son importadas desde la vecina China, a través de vagones y contrabando de algunos norcoreanos que arriesgan algo más que sus vidas.