La candidata derechista a la presidencia de Perú, Keiko Fujimori, dijo este domingo que respetará los resultados del balotaje presidencial en que enfrenta al izquierdista Pedro Castillo, y que los sondeos los ubican virtualmente empatados.
'Desde ahora puedo decir que sea cual sea el resultado, respetaré la voluntad popular como debe ser', dijo la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori durante un desayuno familiar sobre las faldas de un cerro en una pobre barriada del distrito de San Juan de Lurigancho, al este de Lima.
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'Unidad y reconciliación es lo que necesita este país', dijo dirigiendo la mirada hacia el benjamín del clan, de 41 años.
'A partir del 6 de junio tenemos que trabajar en la unidad de todos los peruanos', añadió mientras compartía el desayuno en una improvisada mesa rectangular con sus dos hijas adolescentes, su marido, dos de sus hermanos y una cuñada.
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'No tengan miedo que vamos a combatir y derrotar esta pandemia. Les pido ir a votar sin miedo, vayan a las urnas a defender la democracia', instó.
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Fujimori nunca reconoció su derrota en el balotaje de 2016 que perdió por menos de 50,000 contra el derechista Pedro Pablo Kuzcysnki. Esa actitud, admitió hace pocas semanas, fue un error porque debilitó la democracia peruana y abrió una crisis que ha perdurado por cinco años.
El 'desayuno familiar electoral' es desde hace 30 años una tradición en Perú y lo hace cada candidato antes de ir a votar. Es una ocasión para hacer propaganda y conseguir votos de última hora, mostrando sencillez, compartiendo alimentos y unidad en un país muy religioso que concede importancia a esos detalles.
El padre de la candidata fue uno de los impulsores de esta modalidad de desayuno que atrae la atención mediática.
Keiko votaría por la tarde en la escuela Precursores del distrito limeño de Surco.