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Un segundo paciente sufre trastorno neurológico tras recibir vacuna de Oxford

  • 21 septiembre 2020 /

Astrazeneca no ha informado si suspenderá nuevamente los ensayos de su vacuna contra el covid 19.

Londres, Inglaterra.

La vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford sufre un nuevo revés tras detectarse una enfermedad neurológica en un segundo voluntario, informaron medios estadounidenses.

Los ensayos de la posible vacuna, que se encuentra entre las más avanzadas de los cientos de candidatas que se investigan, se suspendieron hace dos semanas luego de que un voluntario en Reino Unido sufriera una enfermedad 'potencialmente inexplicable', caso que se ha repetido con una segunda paciente.

Esta voluntaria habría sufrido de mielitis transversa, una afección causada por la inflamación de la médula espinal, lo que provoca daños en el revestimiento de las células nerviosas, misma enfermedad que afectó al primer paciente, según reveló The New York Times.

La única diferencia entre ambos casos es que la segunda paciente enfermó tras suministrársele la segunda dosis de la vacuna experimental.

El caso llevó a AstraZeneca a suspender los ensayos por segunda ocasión, aunque fueron retomados esta semana luego de que una investigación determinara 'poco probable que estas enfermedades estén asociadas a la vacuna, o que no había pruebas suficientes para decir con certeza que las enfermedades estaban relacionadas o no con la vacuna'.

Los neurólogos que estudian enfermedades como la mielitis transversa dicen que son raras (ocurren a una tasa de quizás 1 de cada 250.000 personas) y atacan con mayor frecuencia como resultado de la respuesta inmunitaria del cuerpo a un virus. En menor grado, estos episodios también se han relacionado con las vacunas.

La causa precisa de la enfermedad es clave para decidir si reiniciar o no el ensayo. A veces, una condición médica subyacente se 'desenmascara' por la respuesta inmune de una persona a la vacuna, como sucedió con la paciente con esclerosis múltiple.

En ese caso, el ensayo podría continuar sin temor, porque la enfermedad no está relacionada con la vacuna.

'MIMETISMO MOLECULAR'

Más preocupante es un fenómeno llamado 'mimetismo molecular'. En tales casos, una pequeña porción de la vacuna puede ser similar al tejido del cerebro o la médula espinal, lo que da como resultado un ataque inmunológico en ese tejido en respuesta a un componente de la vacuna.

Si ese fuera el caso, sería probable otra aparición de mielitis transversa si se reanudara el ensayo, dijo el doctor William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt. Un segundo caso cerraría el ensayo, expresó.

En 1976, un programa masivo de vacunación contra la influenza porcina se detuvo cuando los médicos comenzaron a diagnosticar un trastorno similar, el síndrome de Guillain-Barré, en personas que habían recibido la vacuna. En ese momento nadie sabía qué tan común era, por lo que era difícil saber si los episodios estaban relacionados con la vacuna.

Finalmente, los científicos descubrieron que la vacuna aumentaba el riesgo del trastorno en un caso adicional por cada 100.000 pacientes vacunados. La vacunación típica contra la influenza estacional aumenta el riesgo de contraer GBS en aproximadamente un caso adicional por cada millón de personas.


Vea: El temor a una segunda de coronavirus castiga los mercados en EEUU

Muchos líderes de salud han expresado su frustración porque AstraZeneca no ha publicado más información sobre el problema de salud que lo llevó a detener su ensayo en el Reino Unido.

AstraZeneca argumentó que dar más información violaría la privacidad del paciente.

En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que, 'cuando surge una enfermedad potencialmente inexplicable en el participante de un ensayo, que puede o no tener relación con la vacuna que se está evaluando, investigar es una práctica de rigor'.

Y es que, la seguridad es el pilar de la búsqueda de cualquier vacuna y el requisito indispensable que debe guiar los ensayos clínicos. 'Estamos complacidos -destacó la OMS- de ver creadores de vacunas que garantizan la integridad científica de los ensayos y están sujetos a los estándares y reglas del desarrollo de vacunas', indicó la entidad, que coordina los esfuerzos mundiales contra la pandemia.