Chicago, Estados Unidos.
Mujeres y latinos, con los salarios más bajos y trabajos más volátiles, han sido los más afectados por las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia del COVID-19 en Illinois, según un estudio divulgado este jueves.
Al analizar las cifras de desempleo en el estado, esas dos categorías surgen como las más impactadas por los despidos o licencias obligatorias sin derecho a paga, consecuencia de la cuarentena que paralizó las actividades económicas durante más de dos meses.
El estudio del Instituto de Políticas Económicas de Illinois, y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, se denomina 'Efectos de la pandemia global en los trabajadores de Illinois' y analiza tres categorías de empleados: esenciales, cara a cara y remotos.
Ante de la pandemia, el 51% de la fuerza laboral del estado realizaba funciones consideradas esenciales, como seguridad pública, cuidado de la salud, producción de alimentos, servicios de entrega, construcción y ciertos tipos de manufacturas.
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Otro 27% se ocupaba de actividades consideradas 'cara a cara', como restaurantes, bares, salones de manicura, arte y entretenimiento. En esta categoría, las mujeres y latinos son mayoría.
Por su parte, los trabajos remotos, o el 22% de la fuerza, se encontraban en profesiones como ingeniería informática, administración, finanzas, seguros y el sector legal.
El salario de los trabajadores remotos es de 35 dólares por hora, comparado con los 27 dólares de los esenciales y entre 15 y 20 dólares de los cara a cara.
'La pandemia ha revelado serias inequidades estructurales en lo económico y sanitario', declaró Frank Manzo IV, director de política del Instituto de Políticas Económicas de Illinois.
'Los trabajadores con salarios menores, incluyendo los que han mantenido funcionando el estado durante la crisis, son los que han sufrido el mayor riesgo de infección, además de la pérdida de empleos y de cobertura de salud', agregó.
Según el estudio, como consecuencia de la crisis, el desempleo en el sector cara a cara aumentó al 35%, comparado con el 12% de los trabajadores esenciales y el 6% de los remotos.
Los expertos indican además que unos 545,000 empleados perderán en esta crisis la cobertura médica recibida a través de sus empresas, justo en el momento en que nueve de cada diez trabajadores esenciales, o cara a cara, han corrido el riesgo mayor de infectarse con el virus.
Esto es especialmente grave si se tiene en cuenta que Illinois todavía está en fase de aplanar la curva de contagios, que hasta la fecha asciende a casi 124.000 casos de COVID-19, con 5600 muertes.
