La aerolínea Virgin Australia anunció este miércoles que suspenderá el 90 por ciento de sus vuelos domésticos y apartará temporalmente a 8.000 de sus 10.000 trabajadores debido al impacto del COVID-19 en el sector aéreo.
Los vuelos domésticos restantes se limitarán a brindar servicios aéreos esenciales, mientras que la empresa también cancelará todos los vuelos de su subsidiaria de bajo coste Tigerair Australia, según un comunicado enviado por Virgin Australia a la bolsa de valores australiana (ASX, siglas en inglés).
La medida anunciada a raíz del cierre de las fronteras entre estados y territorios para transporte no esencial dentro de Australia implica que se dejará en tierra a 125 aviones hasta mediados de junio próximo.
Virgin Australia y la aerolínea Qantas ya han suspendido todos sus vuelos internacionales tras el cierre de las fronteras a los extranjeros no residentes y turistas y la prohibición a los australianos de salir de su país, que entra en vigor este miércoles.
En Australia, cuyo gobierno anunció anoche el cierre de más negocios, los casos confirmados de COVID-19 han superado los 2.300, entre los que se cuentan 8 muertes.
La mayoría de las infecciones se han dado en personas que estuvieron en el exterior y el foco individual de mayores contagios es el crucero Ruby Princess, que atracó la semana pasada en Sídney con unos 2.700 pasajeros, de los cuales unos 130 contrajeron el nuevo coronavirus.