Taipéi, Taiwán.
Enamoran a cualquiera, son exóticas y su belleza es atesorada en el mundo. Son las flores que cultiva Taiwán y que lo ubican como uno de los mayores exportadores del mundo, pues solo en 2018 generaron más 209 millones de dólares, de esa cifra 1 92 millones son de orquídeas.
¡Umm qué fragancia! Y es que caminar por los jardines de orquídeas es una delicia. Las fascinantes combinaciones de colores y aromas han conquistado los mercados de Estados Unidos, uno de los mayores compradores, además de Japón, Vietnam, Holanda, Corea del Sur, Australia, Canadá, Inglaterra, Brasil y Singapur.
Según las estadísticas del Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés) la exportación de orquídeas ha tenido un crecimiento acelerado, pues el año pasado aumentó en un 8% en comparación a 2017.
Las variedades
mariposa y muñeca de baile son las preferidas, de allí el nombre de “Reino de las Orquídeas Mariposa”, que convierten a Taiwán en el máximo exportador de esta preciada y elegante variedad de flores a nivel global. Aproximadamente la mitad de todas las variedades de orquídeas mariposa
vendidas en el mundo son cultivadas en la isla.
Otra de las principales orquídeas producidas en Taiwán
es la oncidium, o la orquídea bailarina, que fue introducida hace dos décadas. Desde 2002, la especie se ha convertido en
flor de corte más vendida, y las que se exportan van exclusivamente a Japón. Más de 20 millones de orquídeas bailarina se envían allí cada año, suministrando
el 85% de la demanda en el mercado japonés.
En producción, la ciudad de Tainán ocupa el 39.5% de los invernaderos de orquídea de la variedad Mariposa, seguido de Chiayi con un 22%, ambas ubicadas al sur de Taiwán.
El paraíso de las flores
Lo que antes fueron sembradillos de azúcar, hoy grandes plantaciones de orquídeas brindando empleo a más de mil personas. La Exhibición Internacional de Orquídeas de Taiwán, que se celebra en marzo de cada año, es uno de los mayores espectáculos de orquídeas del mundo. A esta feria llegaron este año más de 210 mil visitantes y participaron más de 43 representantes de países que vieron en este cultivo una oportunidad de negocios.
La feria se ha convertido ya en una de las tres principales exposiciones de orquídeas a nivel global, entre ellas la Exposición Mundial de Orquídeas y la Exposición Internacional de Orquídeas de Tokio.
El ejemplar híbrido de orquídea denominado Kdares Perfume Dancer se hizo con la medalla de plata en la Feria Internacional de Orquídeas Taiwán 2019.
Una de las claves de los ingeniosos taiwaneses para su éxito es el mestizaje de colores, gracias al uso de innovadoras tecnologías. Crear plantas híbridas que combinan lo mejor de las especies es uno de los lujos que Taiwán puede darse, además de Holanda, el mayor productor de orquídeas del mundo.
Para ello cuentan con modernos laboratorios donde a petición del cliente se elaboran las soñadas flores.
Un modelo de negocios
El gobierno de Taiwán ha visto en este rubro un gran potencial en el crecimiento de la economía del país, por eso tienen destinados 3,829 hectáreas en invernaderos de flores, donde se concentra un total de 12 jardines.
Los empresarios del mundo tienen gran oportunidad para ingresar al negocio de las exportación de las orquídeas. Aunque Centroamérica no participa en las ferias, las puertas están abiertas a los horticultores, dicen las autoridades.
“Buscamos la más alta calidad de orquídeas y queremos traer más inversionistas, por eso cada año llevamos a cabo una exposición internacional de orquídeas donde participan empresarios de Asia, EEUU y Europa”, dijo Lee Chen, subdirector de Agricultura. La presidenta Tsai Ing-wen ha garantizado su apoyo a este cultivo.
“Cada orquídea representa los incesantes esfuerzos conjuntos de los agricultores, investigadores y profesionales del mercado de Taiwán, por lo que el Gobierno continuará prestando su mayor apoyo a la industria de las orquídeas para transmitir la belleza de las preciadas flores a todos los rincones del mundo”.
Durante muchos siglos, el cultivo de las orquídeas fue una actividad limitada a un pequeño grupo de aficionados.
Esta situación persistió en Taiwán hasta hace alrededor de dos décadas, cuando el Gobierno, los investigadores y los agricultores concertaron esfuerzos para convertir la afición en un gran negocio.
Enamoran a cualquiera, son exóticas y su belleza es atesorada en el mundo. Son las flores que cultiva Taiwán y que lo ubican como uno de los mayores exportadores del mundo, pues solo en 2018 generaron más 209 millones de dólares, de esa cifra 1 92 millones son de orquídeas.
¡Umm qué fragancia! Y es que caminar por los jardines de orquídeas es una delicia. Las fascinantes combinaciones de colores y aromas han conquistado los mercados de Estados Unidos, uno de los mayores compradores, además de Japón, Vietnam, Holanda, Corea del Sur, Australia, Canadá, Inglaterra, Brasil y Singapur.
Según las estadísticas del Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés) la exportación de orquídeas ha tenido un crecimiento acelerado, pues el año pasado aumentó en un 8% en comparación a 2017.
| PARA SABER
La orquídea ha tenido siempre un lugar único en la cultura china. Además de su gran diversidad de formas interesantes y fascinantes combinaciones de color, la flor ha sido ensalzada en las obras de los literatos chinos como un símbolo de la excelencia moral del hombre o de la belleza femenina.
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En producción, la ciudad de Tainán ocupa el 39.5% de los invernaderos de orquídea de la variedad Mariposa, seguido de Chiayi con un 22%, ambas ubicadas al sur de Taiwán.
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| La exportación de flores de Taiwán se ha vuelto un modelo de negocios rentable.
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El paraíso de las flores
Lo que antes fueron sembradillos de azúcar, hoy grandes plantaciones de orquídeas brindando empleo a más de mil personas. La Exhibición Internacional de Orquídeas de Taiwán, que se celebra en marzo de cada año, es uno de los mayores espectáculos de orquídeas del mundo. A esta feria llegaron este año más de 210 mil visitantes y participaron más de 43 representantes de países que vieron en este cultivo una oportunidad de negocios.
| Tres
Orquídeas
Híbridas únicas desarrolladas por la Estación de Investigación y Extensión Agrícola del Distrito de Kaohsiung han ganado cuatro premios en una feria internacional de orquídeas en Taiwán por sus fragancias y exóticas apariencias.
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El ejemplar híbrido de orquídea denominado Kdares Perfume Dancer se hizo con la medalla de plata en la Feria Internacional de Orquídeas Taiwán 2019.
Una de las claves de los ingeniosos taiwaneses para su éxito es el mestizaje de colores, gracias al uso de innovadoras tecnologías. Crear plantas híbridas que combinan lo mejor de las especies es uno de los lujos que Taiwán puede darse, además de Holanda, el mayor productor de orquídeas del mundo.
Para ello cuentan con modernos laboratorios donde a petición del cliente se elaboran las soñadas flores.
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 Una verdadera belleza, así son las flores que hay en el invernadero en Tainán Taiwán.
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Un modelo de negocios
El gobierno de Taiwán ha visto en este rubro un gran potencial en el crecimiento de la economía del país, por eso tienen destinados 3,829 hectáreas en invernaderos de flores, donde se concentra un total de 12 jardines.
Los empresarios del mundo tienen gran oportunidad para ingresar al negocio de las exportación de las orquídeas. Aunque Centroamérica no participa en las ferias, las puertas están abiertas a los horticultores, dicen las autoridades.
“Buscamos la más alta calidad de orquídeas y queremos traer más inversionistas, por eso cada año llevamos a cabo una exposición internacional de orquídeas donde participan empresarios de Asia, EEUU y Europa”, dijo Lee Chen, subdirector de Agricultura. La presidenta Tsai Ing-wen ha garantizado su apoyo a este cultivo.
“Cada orquídea representa los incesantes esfuerzos conjuntos de los agricultores, investigadores y profesionales del mercado de Taiwán, por lo que el Gobierno continuará prestando su mayor apoyo a la industria de las orquídeas para transmitir la belleza de las preciadas flores a todos los rincones del mundo”.
Durante muchos siglos, el cultivo de las orquídeas fue una actividad limitada a un pequeño grupo de aficionados.
Esta situación persistió en Taiwán hasta hace alrededor de dos décadas, cuando el Gobierno, los investigadores y los agricultores concertaron esfuerzos para convertir la afición en un gran negocio.
 Periodistas de Latinoamérica visitaron los invernaderos en Tainán, Taiwán.
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