París, Francia.
El año pasado 14,500 personas desfilaron en el Día de los Trabajadores en París, entre ellas 1,200 “
black blocs” o manifestantes radicales que sembraron el caos en París, vandalizando negocios y enfrentándose con la policía.
El Gobierno alertó ayer de que la manifestación de este 1 de Mayo podría verse enturbiada en París por la presencia de entre 1,000 y 2,000 activistas radicales reforzados por gente llegada del extranjero, una cifra ante la que ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, añadió en conferencia de prensa que ese grupo podría verse incrementado por “varios miles” de “chalecos amarillos” radicalizados.
“El 1 de Mayo es la fiesta del trabajo, no la de la violencia”, destacó Castaner, que esperó que las reivindicaciones sindicales puedan tener lugar “dentro del respeto al orden”.
En total, 7,400 gendarmes y policías velarán por garantizar la seguridad, en una jornada en la que algunos “chalecos amarillos” y los “black blocs”, grupos de encapuchados que siembran el caos en las manifestaciones, han llamado a convertir París en la “capital de los disturbios”.
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Cerca de 200 policías en motocicletas se desplegarán en toda la capital para responder rápidamente a los estallidos de violencia y se utilizarán aviones teledirigidos para rastrear los movimientos de los manifestantes. Castaner dijo que la policía también se ha valido de una nueva ley que permite registros preventivos. Así, las autoridades policiales emprendieron ayer detenciones preventivas para intentar evitar los disturbios de la manifestación del año pasado, en la que grupos de radicales se enfrentaron a las fuerzas del orden y resultó dañado material urbano.
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millones de euros prometió el presidente Emmanuel Macron para tratar de sofocar los casi seis meses de protestas antigubernamentales de los “chalecos amarillos”
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El presidente Emmanuel Macron anunció la semana pasada recortes de impuestos a partir de 2020, que ascenderían a 5,000 millones de euros, para tratar de sofocar casi seis meses de protestas de los “chalecos amarillos”, que piden medidas a favor del poder adquisitivo en el país.
Desde hace cinco meses, los “chalecos amarillos” reclaman cada sábado en la calle más justicia social y fiscal, en unas protestas en ocasiones salpicadas de violencia.
