18/04/2024
11:29 PM

Niños, el pasaporte de los migrantes de la caravana

Madres, algunas con el permiso de sus esposos, viajan con uno o más menores en grupos de migrantes que integran la segunda caravana convocada a través de Facebook.

San Pedro Sula, Honduras

Otro contingente de más de mil migrantes, entre ellos, unos 200 niños, partió en las últimas horas hacia México con el objetivo de alcanzar a la caravana que salió el pasado 14 de enero y entrar en bloque, por medio de Tijuana, a Estados Unidos.

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caravanas. Además de las 2 grandes caravanas convocadas a través de Facebook, han salido grupos menos numerosos.

La noche del sábado salieron en autobuses alrededor de mil personas de la Gran Central Metropolitana hacia los puntos fronterizos de Agua Caliente y Corinto. Mientras en la madrugada de ayer, medio centenar emprendió el viaje caminando por la carretera de occidente. En esta nueva columna de personas viajan Dasaet (de 3 años) y Zoed (de 2 años) en un carrito de plástico que es empujado por su progenitora Rusbi Bonilla.

“El último en salir de Honduras que apague la luz”, dijo bromeando Bonilla, quien piensa que “el país está quedando sin gente” porque “todos creen que este es el momento” oportuno para entrar a Estados Unidos. “Después será difícil”.

Desde octubre de 2018, Bonilla, bachiller en control de calidad y producción, estuvo barajando entre “ir y no ir en la caravana”. Finalmente, el sábado tomó la decisión y ayer integraba el grupo que salió a las 5:10 de San Pedro Sula.

Como la mayoría de los 50 viajeros de este enésimo grupo, vistiendo una camiseta, jeans, tenis y cargando una mochila, Bonilla comenzó a caminar la ruta de 4,349 kilómetros (entre San Pedro Sula y Tijuana, México), “con la esperanza de entrar a un país que es visto como la tierra prometida”, por las personas pobres de Centroamérica.

El próximo miércoles, unos 500 migrantes centroamericanos, la mayoría de Honduras, deberán desalojar el albergue El Barretal, abierto temporalmente el 30 de noviembre en Tijuana, y buscar otros refugios mientras logran entrar a Estados Unidos o legalizar su situación en México.

“La mayoría de personas se irá del país. Los que no aprovechen las primeras caravanas se quedarán afuera”, dijo. “Yo decidí viajar con mis dos niños porque mis amigos de la primera caravana ya están en Estados Unidos. Sufrieron, pero lograron el sueño. No todo es color de rosa”.

Bonilla, residente del barrio Medina de San Pedro Sula, espera llegar a Tijuana empujando el carrito que carga a sus dos hijos que lleva con el consentimiento de su marido.

“Espero que Estados Unidos me dé el ingreso. Llevo a mis hijos y llevó una denuncia por violencia doméstica. Esa es la causa por la cual me voy, mi esposo me golpeaba mucho”, explicó.

Cerca de Bonilla caminaba Glenda Maritza González, quien viajó desde Tocoa, Colón, para adherirse a la caravana, con su hijo de 3 años y su cuñada, también, con sus dos vástagos, de 5 y 8 años. “La situación está perra en este país. En Tocoa trabajaba de todo: aseando casas, echando tortillas, lavando ajeno. Ganaba dinero, pero no me ajustaba. Mi marido es técnico en refrigeración y tiene más de un mes de no trabajar”, arguyó González.

“Yo no quiero que mi hijo crezca con más sufrimiento y creo que con él me facilitarán la entrada”.

González (viaja con la venia de su cónyuge, Gilberto Escobar) y su cuñada abordaron un bus en Tocoa la noche del domingo y en la madrugada de ayer llegaron a la Gran Central manteniendo comunicación telefónica con el “coordinador de la caravana” que llegó a la terminal a las 5:00 de la mañana.

Antes de comenzar el peregrinaje, hombres, mujeres y niños oraron en compañía del coordinador de este grupo (camisa anaranjada) que espera alcanzar a la caravana que salió el pasado 14 de enero.

Coordinador

Los emigrantes, que estaban dispersos en una de las aceras de la terminal, se agolparon alrededor del coordinador (vestía una camiseta anaranjada, jean, gorra negra) para escuchar las últimas instrucciones.

“¿Por cuál lado quieren, por este lado (occidente) o por este otro (Corinto)?”, les preguntó el coordinador, un hombre de tez clara y mediana estatura. Los migrantes le respondieron que por Agua Caliente. “Nos vamos a ir todos a pie porque hay gente que no lleva suficiente dinero”, dijo. “Arrancamos ya porque la hora de salida era 5:00 de la mañana, pero hubo gente que se disparó y se viajaron en buses adelante, pero así no harán nada”.

Cuando iniciaron el peregrinaje, a través de la carretera que conduce hacia el occidente, el “coordinador” le advirtió a Karen que “en el camino le tocará cambiarse zapatos” porque usaba unas sandalias que no eran apropiadas.

“Hace tres días renuncié del trabajo para viajar en la caravana. Trabajaba en una ferretería y me pagaban menos del salario mínimo, como L6,000.Con ese dinero no puedo vivir bien. Pienso que en Estados Unidos ganaré más”, dijo.

Retornados
egún autoridades hondureñas, entre octubre y enero, han retornado voluntariamente 7,270 migrantes.

En este grupo, de medio centenar de personas aproximadamente, viajan alrededor de una decena de niños menores de 10 años. Algunos con sus dos padres y otros con sólo la madre. Fany Guerra y German Interiano, quienes armaron las maletas el domingo, con sus hijos, uno de 5 meses y dos niñas de 6 y 8 años, partieron ayer hacia México. “Yo tenía un negocio de comida y vendía sólo L80 diarios. Con eso no podía vivir, tenía que pagar L2,000 de energía, y en mi casa sólo hemos tenido dos ventiladores”, explicó. Horas antes, a las 11:00 de la noche del domingo, cerca de mil personas salieron en autobuses hacia la frontera de Agua Caliente con el plan de nutrir la caravana que salió el 14 de enero. Luego de 6 días de peregrinaje, unos 2,000 emigrantes (de los que salieron el 14 y 15) se encontraban ayer en el municipio sureño de Huixtla, Chiapas. Entre ellos, unos 400 menores de edad.

En Tecún Umán, Guatemala, representantes del Comité Permanente de Contingencias (Copeco) ofrecen asistencia a quienes están dispuestos a llegar a la frontera sur de Estados Unidos y transporte a los emigrantes que quieran regresar a Honduras.

Más de 4,000 emigrantes solicitan tarjeta mexicana
4,004 cuatro centroamericanos, un brasileño y cuatro haitianos, solicitaron la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, informó el Instituto Nacional de Migración (INM).

Las personas venían en la caravana que empezó a llegar el jueves 17 de enero la franja fronteriza de México con Guatemala, sobre el puente Rodolfo Robles.

Hasta ayer, según autoridades, 790 niñas, niños y adolescentes que vienen acompañados de sus padres han entregado la solicitud.

De los centroamericanos, 405 son de El Salvador, 72 de Nicaragua y 3,527 de Honduras, país organizador de las caravanas mediante las redes sociales.

En las próximas horas, las autoridades iniciarán la entrega masiva de las tarjetas a los primeros grupos.

Otros migrantes que recibieron información de las autoridades, partieron en autobuses del parque central Miguel Hidalgo de Tapachula hacia el puerto fronterizo de Ciudad Hidalgo para realizar la solicitud.