19/04/2024
12:32 AM

El 'sueño americano' de los migrantes se topa con rejas en Tijuana

Las autoridades estadounidenses sellaron la frontera de Tijuana para evitar una 'estampida' de migrantes ilegales.

Tijuana, México.

Algunos conocen de Estados Unidos sólo lo que vieron en películas. O lo que les contaron familiares y amigos. El 'sueño americano' es algo difuso para muchos de los migrantes que llegaron a Tijuana, pero fue también la fuerza motora que los movió 4,500 kilómetros hasta la frontera.

Ahora que están ahí, en el norte de México, a las puertas de Estados Unidos, algunos empiezan a dudar. Después de haber avanzado con dificultades, han llegado hasta una reja que parece más alta de lo que parecía a la distancia.

'La verdad, me han dicho que es muy bonito, pero en realidad no he tenido un sueño americano. Mi sueño es ser feliz. Con o sin dinero', dijo el hondureño Kevin González, de 20 años, oriundo de La Ceiba.



'Lo he visto por la tele, que es muy bonito, edificios grandes, paisajes hermosos, mucha gente buena, como hay mucha gente mala ahí igual', afirmó, pero 'no es mi sueño estar ahí. Ahorita estoy esperanzado aquí que alguien más de otro país nos ayude, nos tienda la mano. Si nos puede llevar para otro lugar, que nos lleve'.

Eber Adonis, que tiene 17 años y era ayudante de albañil en Honduras, dice que el camino del migrante está lleno de espinas, pero mantiene su sueño.

'Es algo muy difícil para nosotros, porque uno arriesga la vida de uno por el sueño americano. Todo el mundo lo quiere y es porque uno viene huyendo del país. Ahí hay empleo, hay de todo, trabajo. Tengo un primo allá que me puede dar empleo a mí', relató.

Adonis salió de Honduras por su cuenta. Se subió en México al tren de carga apodado por los migrantes 'La Bestia' y después se unió a la caravana para seguir hacia el norte. 'Mi padre no tiene empleo', contó. 'Hay que intentar, con intentar nada se pierde'.

Vea: Tropas de EEUU 'sellan' frontera para evitar ingreso de migrantes de caravana

Bryan Ernesto, de 19 años, oriundo de San Pedro Sula, dice que ya estuvo allá. 'Y es verdad, es muy bonito'.

'En Chicago estuve. Tengo poco tiempo de que me deportaron. Yo pedía el asilo político pero pedí mi deportación porque no tenía solución', contó. 'Voy de regreso para que vean que de verdad huí de mi país por una razón. El sueño americano que yo llevo es poder ir a trabajar y ayudar a mi familia. Salir adelante'.

Ingrid Reyes, también hondureña, de 36 años, no tiene un sueño. 'Para mí personalmente es una necesidad. No es un sueño, ni mucho menos americano', dijo.

'Yo necesito protección para mi hija y para mí, para que yo me pueda desenvolver en mi vida laboral. En Honduras hay mucha delincuencia, falta de trabajo, discriminación. Todos venimos con la fe en Dios de que va a hacer un milagro'.

Donald Trump, ha roto con la costumbre habitual.