Washington, Estados Unidos
Para enfrentar lo que consideran una crisis y una carga tributaria para su país, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció cambios en las políticas migratorias a fin de desestimular la migración ilegal y advirtió que el ejército detendrá a quienes quieran ingresar de forma ilegal a ese país.
Trump dijo en una clara advertencia a los migrantes: “nuestro sistema de migración no será burlado”.
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'Estados Unidos es un país que recibe a la gente, y tenemos el programa más grande de inmigración del mundo. Hemos emitido millones de tarjetas de residencia desde 1970, pero no permitiremos que nuestra generosidad sea abusada por aquellos que quebrantan las leyes y reglas, o violan nuestras fronteras ingresando ilegalmente a nuestro país. No lo permitiremos'.
'La migración masiva ilegal es injusta para los ciudadanos que cumplen la ley y que viven aquí, que siguieron la ley y esperaron su turno..que hicieron las cosas bien'.
Trump señaló que el problema migratorio supone un costo millonario para los contribuyentes estadounidenses.
Trump reconoció que el sólido desempeño económico de los Estados Unidos resulta ser como un imán que atrae a los migrantes, pero aclara que para que estos puedan optar a contribuir con la economía del país, deben respetar las leyes y seguir los procesos establecidos para ingresar legalmente.
El mandatario tachó de “invasión” la llegada de caravanas como las que han partido de Centroamérica en las últimas semanas y se dirigen a la frontera sur de los Estados Unidos y agregó que estas incluye a personas a las que no desean recibir en su país.
Cambio de políticas
Trump se refirió al argumento de pedir asilo que con frecuencia presentan los migrantes para solicitar la entrada y refirió que en muchos casos, las personas no huyen de la persecución, sino de la pobreza y esta no es causa que justifique otorgar asilo.
Por otra parte, el presidente anunció el fin del programa de “atrapar y soltar” (“catch and release”), a través del cual miles de personas son detenidas en la frontera, fichadas y luego liberadas, quizá a sus parientes que ya viven en el país, con la promesa de presentarse a una audiencia judicial a la que nunca van y simplemente desaparecen.
“Ya no los liberaremos”, advirtió el presidente, sino que las personas que sean detenidas cruzando ilegalmente la frontera, permanecerán detenidas hasta su audiencia de deportación o asilo, según sea el caso.
Trump dijo que a las autoridades no les quedaba más remedio que liberar a los detenidos al carecer de instalaciones para confinarlos, pero que ese problema se atenderá en la forma de “ciudades de carpas” que serán levantadas para recluir a los migrantes ilegales.
El objetivo a largo plazo, según Trump, es acabar con el abuso del sistema de inmigración estadounidense, el cual, a su juicio, parece una burla en comparación con lo que se hace en otras partes del mundo.
El presidente enfatizó la necesidad de frenar la entrada de las caravanas, porque, de otro modo, seguirán viniendo más.
 Miles de migrantes centroamericanos van rumbo hacia Estados Unidos.
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El presidente de Estados Unidos aseguró que las tropas desplegadas en la frontera podrán repeler el ataque en caso de ser atacados 'con una piedra' por los miembros de la caravana procedente de Honduras, tal y como, según dijo, hicieron al entrar en México.
El mandatario volvió a insistir en que al entrar en México los integrantes de la caravana 'pasaron por encima' de la policía de ese país e incluso hirieron a militares que habían acudido a la frontera para impedir la entrada de los migrantes.
El pasado 19 de octubre, seis policías acabaron lesionados cuando cerca de 3.000 personas que por entonces integraban la caravana echaron abajo una valla fronteriza que les impedía el paso, aunque las autoridades informaron que las agresiones, con petardos y piedras, fueron llevadas a cabo por 'personas ajenas a la propia caravana'.
Las palabras de Trump se producen días después de que el Gobierno de EE.UU. anunciará el envío de 5,239 soldados regulares al linde con su vecino del sur; una cifra que, como señaló el miércoles el propio presidente, podría llegar hasta los 15,000 militares.
'Nuestro ejército se hará cargo', aseguró hoy el mandatario, quien defendió la necesidad de recurrir a las Fuerzas Armadas debido a que las dos caravanas que avanzan desde México hacía el norte 'está formada por gente muy dura'.
'Hasta México dijo que era gente dura. No les quieren en su país', afirmó Trump, quien tan solo unos minutos antes había puesto en duda que esos migrantes abandonaran sus países por miedo, ya que, subrayó, las autoridades mexicanas les habían ofrecido 'asilo y trabajo' y lo habían rechazado.
'Emplearé todos los recursos a mi alcance para acabar con esta crisis (...). Debemos acabar el trabajo que empezamos, debemos ser duros', advirtió.
