Caracas, Venezuela.
Venezuela, un país que en la década de los 80 exportaba hasta telenovelas, pasó de la bonanza a la miseria: sus hospitales están en condiciones paupérrimas, los venezolanos ahora viajan en camiones porque los buses han dejado de circular y la desnutrición golpea a niños y adultos.
La aguda escasez de medicamentos y material médico-quirúrgico, que supera el 80%, según el gremio médico, es motivo de frecuentes protestas de trabajadores de la salud, así como de pacientes y sus familiares.
Sin embargo, el Gobierno, para que la crisis no sea conocida por el mundo, ataca a todos aquellos que expresan su descontento en las calles por la situación de miseria.
Estas personas esperan los camiones para viajar.
A mediados de semana, el régimen detuvo a dos médicos durante una protesta por la falta de insumos en un hospital de Maracaibo, estado Zulia, denunció la principal universidad de la región.
Se trata de residentes del hospital público Adolfo Pons, señaló la Universidad del Zulia (LUZ).
“LUZ rechaza estas detenciones arbitrarias y exige la pronta liberación de sus profesionales de salud”, publicó en Twitter la agencia de prensa de esa casa de estudios.
Los pacientes mueren por falta de medicinas básicas.
Los venezolanos, pese a que viven en un país rico en petróleo, pasan noches en oscuridad porque sufren por los apagones constantes.
“Tenemos petróleo cerquitica, pero eso no significa nada para nosotros”, dice Rodoldo Graterol, un soldador de 29 años que vive en El Menito, deprimida zona rural de Maracaibo.
Adelis Vílchez, hijo de un extrabajador petrolero, quien logró vivir el período de bonanza, ahora afirma que “hay mucha hambre”.
Los hospitales venezolanos no tienen medicamentos.
“La mayoría de jóvenes de mi barrio se han ido de Venezuela, ¿no sé a dónde se fue el dinero del petróleo?”, cuestiona.
En todo el país, gran parte de los buses ha dejado de circular porque el país no importa partes automotrices por falta de dólares. Los ciudadanos ahora viajan en camiones.
Venezuela, un país que en la década de los 80 exportaba hasta telenovelas, pasó de la bonanza a la miseria: sus hospitales están en condiciones paupérrimas, los venezolanos ahora viajan en camiones porque los buses han dejado de circular y la desnutrición golpea a niños y adultos.
La aguda escasez de medicamentos y material médico-quirúrgico, que supera el 80%, según el gremio médico, es motivo de frecuentes protestas de trabajadores de la salud, así como de pacientes y sus familiares.
Sin embargo, el Gobierno, para que la crisis no sea conocida por el mundo, ataca a todos aquellos que expresan su descontento en las calles por la situación de miseria.
A mediados de semana, el régimen detuvo a dos médicos durante una protesta por la falta de insumos en un hospital de Maracaibo, estado Zulia, denunció la principal universidad de la región.
Se trata de residentes del hospital público Adolfo Pons, señaló la Universidad del Zulia (LUZ).
“LUZ rechaza estas detenciones arbitrarias y exige la pronta liberación de sus profesionales de salud”, publicó en Twitter la agencia de prensa de esa casa de estudios.
Los venezolanos, pese a que viven en un país rico en petróleo, pasan noches en oscuridad porque sufren por los apagones constantes.
“Tenemos petróleo cerquitica, pero eso no significa nada para nosotros”, dice Rodoldo Graterol, un soldador de 29 años que vive en El Menito, deprimida zona rural de Maracaibo.
Adelis Vílchez, hijo de un extrabajador petrolero, quien logró vivir el período de bonanza, ahora afirma que “hay mucha hambre”.
“La mayoría de jóvenes de mi barrio se han ido de Venezuela, ¿no sé a dónde se fue el dinero del petróleo?”, cuestiona.
En todo el país, gran parte de los buses ha dejado de circular porque el país no importa partes automotrices por falta de dólares. Los ciudadanos ahora viajan en camiones.
