Santiago de Chile.
Cientos de estudiantes de secundaria protestaron ayer en el centro de Santiago de Chile para exigir “educación no sexista” en medio de una ola de ocupaciones de sedes universitarias en reclamo de medidas en contra del abuso sexual y una mayor inclusión de mujeres.
Convocados por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios ( Cones) en apoyo a las tomas que se extienden por varios días en al menos diez facultades del país, los estudiantes habían sido autorizados a marchar por la comuna de Recoleta, vecina a Santiago.
Pero la dirigencia se opuso y convocó a marchar por la céntrica avenida Alameda. Bajo un gran lienzo que exigía “ Educación sexual, pública, feminista y no sexista”, los alumnos solo pudieron finalmente avanzar unos escasos metros antes de ser dispersados por la Policía, que usó gases lacrimógenos y chorros de agua.
Los estudiantes atacaron a los agentes policiales con piedras y palos. “Nuestras instituciones no han logrado hacerse cargo en serio de la violencia de género, de abordarla y entenderla como un fenómeno estructural”, dijo Emilia Schneider, una de las voceras de la movilización.
Cientos de estudiantes de secundaria protestaron ayer en el centro de Santiago de Chile para exigir “educación no sexista” en medio de una ola de ocupaciones de sedes universitarias en reclamo de medidas en contra del abuso sexual y una mayor inclusión de mujeres.
Convocados por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios ( Cones) en apoyo a las tomas que se extienden por varios días en al menos diez facultades del país, los estudiantes habían sido autorizados a marchar por la comuna de Recoleta, vecina a Santiago.
Pero la dirigencia se opuso y convocó a marchar por la céntrica avenida Alameda. Bajo un gran lienzo que exigía “ Educación sexual, pública, feminista y no sexista”, los alumnos solo pudieron finalmente avanzar unos escasos metros antes de ser dispersados por la Policía, que usó gases lacrimógenos y chorros de agua.
Los estudiantes atacaron a los agentes policiales con piedras y palos. “Nuestras instituciones no han logrado hacerse cargo en serio de la violencia de género, de abordarla y entenderla como un fenómeno estructural”, dijo Emilia Schneider, una de las voceras de la movilización.
