Nueva York, Estados Unidos.
El presunto cabecilla de la pandilla MS-13 en la costa este de EEUU, declarado culpable de ordenar golpizas y asesinatos y dirigir operaciones delictivas de drogas en Nueva York, Texas y otros estados, fue enviado ayer a la cárcel, sin posibilidad de salir libre bajo fianza.
Miguel Ángel Corea Díaz, de 35 años, estaba encarcelado en Maryland por un caso diferente de drogas. Agentes de la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA), lo llevaron el miércoles al condado de Nassau, en Long Island, donde ayer compareció en una corte.
Este año, cuando se anunciaron los cargos contra Corea Díaz y otros 16 acusados por sus lazos con la MS-13, funcionarios de la DEA lo describieron como “el contacto (de la pandilla) en la costa este, quien se reportaba con los jefes de la MS-13 en El Salvador”.
De acuerdo con las autoridades, Corea Díaz, apodado “ Reaper”, ordenó en 2017 a otros dos acusados que mataran a un rival en Elizabeth, Nueva Jersey. Existe evidencia de que los acusados hablaron sobre dónde dejarían los restos de la víctima y la profundidad que debería de tener el hoyo donde dejarían el cadáver, dijeron fiscales del condado de Nassau.
El presunto cabecilla de la pandilla MS-13 en la costa este de EEUU, declarado culpable de ordenar golpizas y asesinatos y dirigir operaciones delictivas de drogas en Nueva York, Texas y otros estados, fue enviado ayer a la cárcel, sin posibilidad de salir libre bajo fianza.
Miguel Ángel Corea Díaz, de 35 años, estaba encarcelado en Maryland por un caso diferente de drogas. Agentes de la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA), lo llevaron el miércoles al condado de Nassau, en Long Island, donde ayer compareció en una corte.
Este año, cuando se anunciaron los cargos contra Corea Díaz y otros 16 acusados por sus lazos con la MS-13, funcionarios de la DEA lo describieron como “el contacto (de la pandilla) en la costa este, quien se reportaba con los jefes de la MS-13 en El Salvador”.
De acuerdo con las autoridades, Corea Díaz, apodado “ Reaper”, ordenó en 2017 a otros dos acusados que mataran a un rival en Elizabeth, Nueva Jersey. Existe evidencia de que los acusados hablaron sobre dónde dejarían los restos de la víctima y la profundidad que debería de tener el hoyo donde dejarían el cadáver, dijeron fiscales del condado de Nassau.
