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Venezuela, un país arrastrado a la crisis por el chavismo

  • 13 enero 2018 /

El país sudamericano tiene los peores indicadores de su historia. Hay escasez de alimentos y de medicamentos.

Caracas, Venezuela.

Migración masiva, escasez de alimentos y medicamentos, una tasa de desempleo extrema, pobreza que crece aceleradamente, los peores indicadores económicos de sus historia, violencia desatada, esa es la Venezuela de hoy.

El país sudamericano tenía el potencial para convertirse en un ejemplo de desarrollo en el mundo y sin embargo, 18 años de Gobiernos “ chavistas” con su “socialismo del siglo XXI” han arrastrado a la crisis a esa nación que ahora se ahoga en un océano de convulsión social, económica y de violencia.

Éxodo
Casi el 5% de la población venezolana ha emigrado en los últimos 15 años, durante los gobiernos chavistas.
Ahora Venezuela tiene los peores indicadores de su historia, tras que el año pasado rompió todos los récords negativos en ese país.

Estos Gobiernos caóticos comenzaron con la llegada al poder de Hugo Chávez, que asumió la presidencia en el 2000 con su discurso de “revolución bolivariana” y se mantuvo en el cargo hasta marzo de 2013, cuando falleció.

Sin embargo “su modelo” continuó, aunque en una versión aún más deteriorada y conflictiva, con la inmediata sucesión que puso como mandatario a Nicolás Maduro Moros, el pupilo favorito del propio Chávez, quien sigue en el poder y buscar mantenerse en el puesto en las elecciones que se celebrarán este año.

Mientras tanto, miles de personas protestan en las calles contra lo que califican como “un régimen autoritario que los arrastra al abismo”.

Los números no mienten

En los últimos siete años el bolívar, moneda de Venezuela, ha perdido el 99% de su valor.

Esto como consecuencia de las constantes devaluaciones.

Desde enero de 2010, cuando Hugo Chávez devaluó un 50% el valor de la moneda, el cambio ha dado un giro radical, debilitándose cada vez más.

Solo en junio del año pasado, el Gobierno de Maduro hizo otra devaluación considerable, esta vez de 63.9%.

Educación
En 2017 el año educativo empezó con 7,195,335, cifra muy inferior a los 7,446,515 reportados en enero de 2016.
Mientras tanto, Caracas, la capital de Venezuela, se ha convertido en la ciudad más violenta del mundo con una impresionante tasa de 130 homicidios por cada 100,000 habitantes.

El año pasado hubo más de 26,000 asesinatos en Venezuela, según datos del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).

El país comenzó este año sumida en la hiperinflación y en medio de la preocupación por los efectos del nuevo aumento salarial que Maduro anunció justo antes de terminar 2017, el cual “aumentará aún más la inflación”, según muchos economistas.

En 2017 Maduro subió hasta en siete ocasiones los sueldos mínimos y de los trabajadores del Estado, en un intento de hacer frente a la subida de unos precios que se disparan día a día mientras el bolívar se desploma frente al dólar en el mercado libre.

Según estos cálculos, Venezuela cerró 2017 con una inflación acumulada de más del 2,600%.

Según los informes realizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela es el único país del mundo que cerró 2017 con una inflación anual de cuatro cifras.

Sociedad en colapso

Se estima que durante los últimos 15 años, o sea durante las administraciones chavistas, han emigrado más de 1.6 millones de venezolanos.

También la crisis ha afectado el desarrollo educativo de ese país.

Miles de niños y jóvenes abandonaron el año pasado las aulas de escuelas, liceos y universidades venezolanas por múltiples factores relacionados con la crisis económica.

En todo el país, el año escolar 2017 comenzó con 251,180 alumnos menos en el nivel inicial, primario y secundario, de acuerdo con la cifra ofrecida por el ministro de Educación.

Un informe del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores, que hace seguimiento mensual del costo de la vida, reveló que un hogar en Venezuela en donde se cuente con dos ingresos mínimos apenas puede comprar la cesta básica de alimentos de una semana.

Ante esta situación, millones de venezolanos dependen del esquema gubernamental de distribución de alimentos subsidiados.

Los retrasos en la entrega de esta comida provocó numerosas protestas espontáneas en las zonas populares durante la pasada temporada navideña.

El Gobierno chavista, por su parte, habla de “ inflación inducida”, y culpa de esta situación a una “guerra económica” de Estados Unidos, aseveraciones que son calificadas por expertos como “excusas para disfrazar el fracaso del chavismo”.

El Gobierno y la oposición venezolana han comenzado un diálogo en Santo Domingo, el cual hasta ahora no parece dar “señales de progreso”, según analistas.

Rumbo perdido

Según el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Luis Oliveros “se antoja bastante complicado para Venezuela durante el primer trimestre del año, pues no pareciera que el Gobierno esté pensando en cambiar un poco la manera en la cual ha manejado la economía”.

Por su parte, el diputado de la Asamblea Nacional (AN), José Guerra, aseguró que “estamos en una crisis hiperinflacionaria muy fuerte que está acabando con los ingresos de los venezolanos”, dijo.

Incluso el Papa Francisco se ha pronunciado sobre la situación en Venezuela, que este año va a elecciones presidenciales, en las cuales Maduro buscará ganar la reelección.

“La Santa Sede, mientras que exhorta a responder sin demora a las necesidades primarias de la población de Venezuela, desea que se creen las condiciones para que las elecciones previstas durante el año en curso logren dar inicio a la solución de los conflictos existentes, y se pueda mirar al futuro con renovada serenidad”, enfatizó el Pontífice.

Sin embargo, organismos internacionales no ven con mucha esperanza el que haya transparencia en las próximas elecciones, pues desde ahora el Gobierno de Maduro está inhabilitando a partidos de oposición e imponiéndoles cada vez más obstáculos.