20/04/2024
01:38 AM

Nuevo presidente de Zimbabue asume el poder

  • 24 noviembre 2017 /

Emmerson Mnangagwa prometió reconstruir la economía del país tras poner fin a la era Mugabe

Harare, Zimbabue

El nuevo presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, puso este viernes punto final a 37 años de reino autoritario de Robert Mugabe, y prometió reactivar una economía arruinada y combatir la corrupción, al asumir el cargo ante decenas de miles de partidarios entusiastas.

'Yo, Emmerson Dambudzo Mnangagwa, juro que como presidente de la República de Zimbabue seré leal a Zimbabue y obedeceré, respaldaré y defenderé la Constitución y todas las otras leyes de Zimbabue', dijo, en ceremonia multitudinaria celebrada en la capital, Harare.

Los presidentes de Mozambique, Botsuana, Zambia y Namibia estaban presentes, pero no el sudafricano Jacob Zuma, que permaneció en Pretoria junto al angoleño Joao Lourenço.

A los 75 años, Mnangagwa toma las riendas de un país arruinado, tres días después de la histórica dimisión de Mugabe, de 93 años, hasta entonces el jefe de Estado en ejercicio más anciano del planeta, que fue obligado a dejar el cargo por el ejército, la calle y su propio partido.


Desde el alba, los habitantes de la capital acudieron a las puertas del National Sports Stadium para aclamar al nuevo jefe de Estado.

'Gracias a nuestros soldados', 'El pueblo ha hablado', se podía leer en las pancartas desplegadas en el estadio.

En un país que sale arruinado de la era Mugabe, las expectativas de 16 de millones de zimbabuenses son inmensas. Pero hay dudas sobre la capacidad de Mnangagwa --cacique del régimen desde la independencia de Zimbabue en 1980, conocido como el 'cocodrilo' por su despiadado carácter-- en romper con las viejas costumbres políticas del país.

- Empleos contra la pobreza -

'Vamos a crear empleos para nuestra juventud y reducir la pobreza' afirmó Mnangagwa. 'Los actos de corrupción deben cesar de inmediato', añadió.

También anunció que compensaría a los granjeros blancos que fueron expulsados manu militari de sus propiedades al inicio de los años 2000. Esta reforma, emblemática de la era Mugabe, le valió al presidente saliente múltiples críticas y sanciones internacionales.

Mnangagwa se comprometió asimismo a proteger las inversiones extranjeras. 'En el mundo global, ninguna nación puede ser una isla' explicó.

El nuevo jefe de Estado no dejó tampoco de rendir homenaje a su predecesor, 'padre de la nación'. 'Aceptamos y reconocemos su inmensa contribución a la construcción' del país, dijo ante la muchedumbre.