Caracas, Venezuela.
Nicolás Maduro exigió lealtad absoluta a los gobernadores electos en los comicios del domingo pasado y advirtió a los opositores que si no se juramentan ante la Asamblea Constituyente podrían “ir a la cárcel”.
Las elecciones fueron cuestionadas por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y una docena de países de América Latina que apoyaron el reclamo de la MUD de una auditoría independiente, pues acusan al Consejo Nacional Electoral (CNE) de servir al Gobierno chavista.
Estados Unidos condenó también que Maduro exija a los gobernadores subordinarse a la Constituyente, desconocida por la oposición y por Washington.
“Quien no se juramente y se subordine a la Asamblea Nacional Constituyente no podrá tomar su cargo, llámese como se llame. Es una decisión de la Constituyente plenipotenciaria. O respetan o respetan”, afirmó el mandatario en un acto público.
Maduro también amenazó con encarcelar a los gobernadores opositores que promuevan protestas desde sus cargos. “Si alguno se come la luz y pretende usarla (la gobernación) para la violencia y la guarimba (protesta violenta), inmediatamente irá preso”, advirtió.
El Gobierno de Donald Trump calificó esta “maniobra” de “otro ejemplo del autoritarismo del régimen Maduro y el desprecio por la voluntad del pueblo venezolano”, según indicó un comunicado firmado por la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Washington, que ya condenó “la ausencia de elecciones libres y justas” en Venezuela, pidió una auditoría “completa” de los comicios “por entidades creíbles, reconocidas internacionalmente”, así como el “establecimiento de un Consejo Nacional Electoral independiente”.
Los 18 chavistas que resultaron ganadores en la elección de gobernadores juramentaron ayer su cargo ante la plenipotenciaria Constituyente, mientras que los cinco opositores que también triunfaron se negaron a acudir a ese acto.
Maduro los sentenció afirmando que no asumirán sus cargos si continúan negándose a firmar su lealtad y serán suplantados.
Nicolás Maduro exigió lealtad absoluta a los gobernadores electos en los comicios del domingo pasado y advirtió a los opositores que si no se juramentan ante la Asamblea Constituyente podrían “ir a la cárcel”.
Las elecciones fueron cuestionadas por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y una docena de países de América Latina que apoyaron el reclamo de la MUD de una auditoría independiente, pues acusan al Consejo Nacional Electoral (CNE) de servir al Gobierno chavista.
Estados Unidos condenó también que Maduro exija a los gobernadores subordinarse a la Constituyente, desconocida por la oposición y por Washington.
“Quien no se juramente y se subordine a la Asamblea Nacional Constituyente no podrá tomar su cargo, llámese como se llame. Es una decisión de la Constituyente plenipotenciaria. O respetan o respetan”, afirmó el mandatario en un acto público.
Maduro también amenazó con encarcelar a los gobernadores opositores que promuevan protestas desde sus cargos. “Si alguno se come la luz y pretende usarla (la gobernación) para la violencia y la guarimba (protesta violenta), inmediatamente irá preso”, advirtió.
El Gobierno de Donald Trump calificó esta “maniobra” de “otro ejemplo del autoritarismo del régimen Maduro y el desprecio por la voluntad del pueblo venezolano”, según indicó un comunicado firmado por la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Washington, que ya condenó “la ausencia de elecciones libres y justas” en Venezuela, pidió una auditoría “completa” de los comicios “por entidades creíbles, reconocidas internacionalmente”, así como el “establecimiento de un Consejo Nacional Electoral independiente”.
Los 18 chavistas que resultaron ganadores en la elección de gobernadores juramentaron ayer su cargo ante la plenipotenciaria Constituyente, mientras que los cinco opositores que también triunfaron se negaron a acudir a ese acto.
Maduro los sentenció afirmando que no asumirán sus cargos si continúan negándose a firmar su lealtad y serán suplantados.
