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El fuego deja sin casa y trabajo a indocumentados

  • 16 octubre 2017 /

De momento no hay hondureños afectados por los incendios en el noreste de California, según el consulado de Los Ángeles.

Los Ángeles, Estados Unidos.

Los incendios más letales en la historia de California golpearon principalmente la región del vino, adonde viven y trabajan unos 20,000 obreros indocumentados, afectados por las devastadoras llamas.

Decenas de inmigrantes en los condados de Napa y Sonoma, los más afectados por el fuego que ha dejado más de 40 muertos y arrasado con barrios enteros y unas 86,200 hectáreas, también perdieron sus casas y sus trabajos, informaron medios locales.

El cónsul de Honduras en Los Angeles, Pablo Ordóñez, informó que de momento no hay connacionales hondureños afectados por las llamas.

“Hemos estado en contacto con los consulados Tricamex en el norte de California, pero no tienen reportes aún de compatriotas afectados”, dijo Ordoñez a LA PRENSA.

“Hemos habilitado el número de emergencia 301-202-6848 para que los hondureños en el norte de California se comuniquen con nosotros”, agregó Ordóñez.

“Las autoridades estatales están enfocadas en las labores de rescate y aún no tienen estadísticas sobre los afectados”, afirmó el cónsul.

En Sonoma se reportaron 1,643 desaparecidos, y medios locales sospechan que gran parte de estos pueden ser trabajadores indocumentados de la zona que temen acudir a las autoridades por ser cuestionados por su estatus migratorio.

“La gente evitó los refugios, alejándose de la ayuda institucional a propósito”, dijo la supervisora ​​del condado de Sonoma, Lynda Hopkins, que agregó que los indocumentados prefirieron dormir en las playas que ir a los albergues. “Yo me quedé sin mi casa y barrio y casi me quedo hasta sin familia. Me dijeron que el viñedo adonde yo trabajaba también se quemó, por lo que me quedé sin trabajo por ahora”, dijo a la cadena Univision un inmigrante que no quiso identificarse.

Suspenden redadas

El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que suspendió las redadas en las áreas afectadas y, tal como ocurrió durante los huracanes Irma y Harvey, subrayó que no se harán detenciones en los albergues.