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Lágrimas de impotencia en último adiós a víctimas del terremoto en México

  • 22 septiembre 2017 /

Familiares y amigos despidieron a víctimas del sismo de 7,1 que sacudió el país mexicano.

Ciudad de México.

El último adiós de los familiares en el funeral de Agueda Mendoza y Gabriel Morales, fue muy doloroso.

La pareja murió en el terremoto del 19 de septiembre junto con su perro y sus restos fueron enterrados con sus restos cremados en la ciudad de México a tres días del terremoto que azotó ese país.

Tambiés los familiares y amigos de Anuar Yabra acudieron a la sucursal Colima de la funeraria Gayosso para darle el último adiós.

Anuar trabajaba en una empresa que se dedicaba a hacer estudios poligráficos, cuyas oficinas se ubicaban en el edificio de cuatro plantas que se derrumbó en la esquina de Medellín y Viaducto.

'Por lo que sabemos, abandonan todos los pisos del edificio, alcanzan a salir, pero una vez que el temblor pasa, no sabemos cuánto tiempo ha pasado, vuelven a ingresar al edificio. En el momento en que pasaban de la planta baja al primer piso, el edificio se derrumba', narró Rodrigo Yabra.

Entierro víctimas

Más de 24 horas tardaron los equipos de rescate en sacar a Anuar de los escombros. De ahí fue llevado al Instituto de Ciencias Forenses, donde Rodrigo reconoció el cuerpo de su hermano.

'Las autoridades del Semefo nos dicen que el apoyo del gobierno es total, en Gayosso gratis todo, absolutamente todo. Pero tenían que decidir los familiares directos, en este caso tenían que ser mis papás y la esposa de Anuar', explicó.

'Ellos deciden que sí, que se tome el servicio de Gayosso. Y ahí estábamos con, no sé, como otras 40 familias con pérdidas también. Todos los familiares estaban recibiendo el mismo apoyo que nosotros'.

A Anuar Yabra, fallecido a los 37 años, le sobreviven su esposa y su hijo de 8 años.

Un ataúd y un oso de peluche

Dolor en entierro

Sobre el pequeño féretro de Paquito, sus padres, Laura y Francisco, colocaron una foto del estudiante del Colegio Rébsamen, sonriente, y un oso de peluche.

El cuerpo de Paquito Quintero Ruiz, de 7 años, fue encontrado entre los escombros de la escuela a las 4:30 horas del miércoles 20 de septiembre. Fue velado en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y San José, a sólo una cuadras de distancia.

Los padres, inclinados ante el ataúd blanco que después cerraron para no abrirlo más, se despidieron a solas. Posteriormente permitieron la entrada de sus familiares al velatorio.

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Al lugar llegaron dos compañeros de Paquito en el segundo grado de primaria. Uno de ellos, al ver la foto rodeada de crisantemos y rosas blancas, abrazó a su mamá.

Amigos cercanos de la familia Quintero Ruiz recuerdan a Paquito como un niño alegre y juguetón, amante de los carritos.

'Iba de aquí para allá con sus juguetes, lleno de vida totalmente', dijo un amigo de los padres.
'Su papá pasó a reconocerlo y vio que era él. Está destrozado, al igual que su mamá. Están que no lo creen, es algo que no te lo esperas jamás, y más teniendo 7 años Paquito', contó.

Alrededor de las 20:30 horas, entre cantos religiosos y una llovizna, los padres, familiares y amigos despidieron a Paquito.