23/04/2024
12:01 AM

Universitarios se enfrentan a la policía en un día más de protestas

Un policía murió tras ser baleado en una manifestación en el estado Carabobo, ya suman 33 los fallecidos.

    Caracas, Venezuela.

    Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas se enfrentaron ayer con la policía, en un cruce de gases lacrimógenos y perdigones contra piedras y bombas incendiarias, durante una protesta contra el presidente Nicolás Maduro.

    Los choques iniciaron cuando los agentes antimotines impidieron una marcha de cientos de alumnos de la UCV dispersando gases, en tanto varios de éstos, algunos encapuchados, respondieron con piedras y cócteles molotov.

    La dirigente Rafaela Requesens indicó que los estudiantes planeaban ir a la sede del Ministerio de Interior y Justicia para denunciar “violaciones de derechos humanos, represión y asesinatos” por parte de las fuerzas de seguridad durante las protestas contra Maduro iniciadas por la oposición el 1 de abril, que dejan 33 muertos.

    Los uniformados los dispersaron con gases lacrimógenos.
    Sin embargo, la policía bloqueó una de las entradas principales a la universidad con tres camiones blindados, hacia los cuales algunos jóvenes avanzaron con las manos en alto. “Somos estudiantes, no somos terroristas”, gritaron.

    “¿Cuántos heridos van? ¿Cuántos muertos? A pesar de que nos reprimen, luchamos por ustedes. Pusieron estos camiones porque saben que un piquete (cordón policial) lo tumbamos”, espetó Requesens a los uniformados.

    Cuando los estudiantes avanzaron de nuevo para intentar superar la barrera policial, se desató el enfrentamiento que duró más de tres horas. Mientras algunos jóvenes armaban con dificultad los cócteles incendiarios en medio de una nube de gas, otros, incluidas algunas mujeres, recogían las bombas lacrimógenas y las apagaban en barriles con agua. Muchos, con síntomas de asfixia, tuvieron que retroceder.


    El diputado y médico José Manuel Olivares, que acompañó la manifestación, aseguró que ésta dejó una treintena de heridos, ninguno de gravedad.

    Los policías, que obligaron a los jóvenes a replegarse, quedaron a pocos metros de la puerta del claustro. “Si quieres entrar a la universidad, inscríbete”, gritó un joven a un oficial justo antes de arrojarle una piedra. La protesta se dispersó cuando los policías aumentaron la descarga de bombas, algunas directo a los manifestantes, que ya lucían exhaustos.