Pensilvania, Estados Unidos.
Donald Trump se felicitó a sí mismo por sus primeros 100 días como presidente de Estados Unidos y declaró ante una multitud de enfervorizados partidarios que “grandes batallas” quedan por delante.
En un entusiasta mitin al estilo de campaña electoral en Pensilvania, Trump afirmó que sus primeros días de Gobierno “han sido muy fascinantes y productivos”, y reiteró que cumplirá sus promesas de expulsar a millones de inmigrantes indocumentados, y la construcción del muro en la frontera con México.
El mandatario republicano también indicó que deportará a miles de pandilleros pertenecientes a la mara Salvatrucha, contra la que ha lanzado una ofensiva.
“Un general muy respetado me dijo recientemente que la MS-13 es el equivalente en términos de maldad a (el grupo terrorista) Al Qaeda”, expresó el Presidente durante el mitin. “Se están infiltrando en nuestras escuelas y amenazando a niños inocentes”, agregó, reiterando que los pandilleros indocumentados serán capturados y deportados.
La semana pasada, el fiscal general, Jeff Sessions, viajó a Long Island, Nueva York, adonde fueron asesinados cuatro jóvenes, dos de ellos de origen hondureño, en un crimen que la Policía ha relacionado con esta pandilla criminal. Sessions declaró que se está planteando incluir a MS-13 en la lista de organizaciones terroristas.
El muro, la solución
En su discurso en Pensilvania, Trump anunció que no descansará “hasta que mandemos a estas violentas pandillas fuera del país de una maldita vez. Lo estamos haciendo rápidamente y mandándolos de vuelta a su casa, que es donde pertenecen”.
Según el Presidente, quien acusó a “las débiles políticas migratorias de (el expresidente Barack) Obama” por el crecimiento de la MS-13 en EUA, el muro en la frontera es la única solución viable para evitar el ingreso de más pandilleros a Estados Unidos.
El financiamiento del muro debió ser retirado de un proyecto de ley de presupuesto, para evitar la parálisis del Gobierno Federal con la que amenazaban los demócratas. Sin embargo, el magnate anunció que su proyecto estrella será ejecutado. “No se preocupen, lo vamos a construir”, les prometió a sus fieles seguidores.
Donald Trump se felicitó a sí mismo por sus primeros 100 días como presidente de Estados Unidos y declaró ante una multitud de enfervorizados partidarios que “grandes batallas” quedan por delante.
En un entusiasta mitin al estilo de campaña electoral en Pensilvania, Trump afirmó que sus primeros días de Gobierno “han sido muy fascinantes y productivos”, y reiteró que cumplirá sus promesas de expulsar a millones de inmigrantes indocumentados, y la construcción del muro en la frontera con México.
El mandatario republicano también indicó que deportará a miles de pandilleros pertenecientes a la mara Salvatrucha, contra la que ha lanzado una ofensiva.
“Un general muy respetado me dijo recientemente que la MS-13 es el equivalente en términos de maldad a (el grupo terrorista) Al Qaeda”, expresó el Presidente durante el mitin. “Se están infiltrando en nuestras escuelas y amenazando a niños inocentes”, agregó, reiterando que los pandilleros indocumentados serán capturados y deportados.
La semana pasada, el fiscal general, Jeff Sessions, viajó a Long Island, Nueva York, adonde fueron asesinados cuatro jóvenes, dos de ellos de origen hondureño, en un crimen que la Policía ha relacionado con esta pandilla criminal. Sessions declaró que se está planteando incluir a MS-13 en la lista de organizaciones terroristas.
El muro, la solución
En su discurso en Pensilvania, Trump anunció que no descansará “hasta que mandemos a estas violentas pandillas fuera del país de una maldita vez. Lo estamos haciendo rápidamente y mandándolos de vuelta a su casa, que es donde pertenecen”.
Según el Presidente, quien acusó a “las débiles políticas migratorias de (el expresidente Barack) Obama” por el crecimiento de la MS-13 en EUA, el muro en la frontera es la única solución viable para evitar el ingreso de más pandilleros a Estados Unidos.
El financiamiento del muro debió ser retirado de un proyecto de ley de presupuesto, para evitar la parálisis del Gobierno Federal con la que amenazaban los demócratas. Sin embargo, el magnate anunció que su proyecto estrella será ejecutado. “No se preocupen, lo vamos a construir”, les prometió a sus fieles seguidores.
