La Casa Blanca se esforzaba este miércoles por contener la crisis tras la dimisión del jefe del Consejo de Seguridad Nacional, mientras Moscú niega los informes de contactos entre el equipo de campaña de Donald Trump y sus servicios secretos.
El diario The New York Times informó que los agentes de inteligencia de Estados Unidos interceptaron llamadas que demuestran que miembros de la campaña presidencial de Trump tuvieron contactos repetidos con altos responsables de los servicios secretos rusos antes de la elección del 8 de noviembre.
Las agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron en enero que Rusia intervino en el proceso electoral de Estados Unidos al menos en parte para ayudar a Trump.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó que Trump obligó a renunciar al exconsejero de Seguridad Nacional por nexos con Rusia.
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Los agentes intentan ahora determinar si, por su lado, el equipo de campaña de Trump cooperó con Moscú para perturbar la campaña de la demócrata Hillary Clinton, según reportó el NYT.
El diario, que cita a funcionarios estadounidenses actuales y retirados, dijo que aún no aparecieron evidencias en ese sentido.
El exconsejero de Trump Paul Manafort, quien estuvo entre los miembros de la campaña cuyas conversaciones fueron escuchadas, dijo que estas alegaciones eran 'absurdas'.
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En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, desestimó las últimas alegaciones.
'No crean las informaciones de la prensa, es muy difícil en este momento diferenciarlas de la propaganda y de las falsas noticias', declaró durante una conferencia de prensa. 'Si no les molesta esperemos y no creamos en informaciones anónimas, es decir informaciones basadas en ningún hecho', dijo.
Trump ya sabía
La Casa Blanca admitió el martes que Trump fue informado hace tres semanas que Flynn podría haber inducido a sus superiores al error sobre sus contactos con el Kremlin.
Flynn renunció el lunes, después de que la Casa Blanca dijera que una investigación interna no había demostrado ningún delito pero sí una confianza 'erosionada'. Es el tercer miembro del equipo Trump en dar un paso atrás ante cuestionamientos sobre sus vínculos con Rusia desde que el magnate comenzó su carrera a la Casa Blanca.
La Casa Blanca pintó la decisión de Trump de revocar a Flynn como basada en el engaño del funcionario al vicepresidente Mike Pence. Pero el martes se supo que el presidente también mantuvo a Pence en las sombras durante dos semanas.