Mano tendida a Rusia, respaldo entusiasta al Brexit y críticas contra Angela Merkel, la OTAN y la UE: el presidente electo Donald Trump no anduvo con medias tintas en materia de política exterior unos días antes de llegar a la Casa Blanca y ya causó sus primeros choques diplomáticos con los aliados de EUA.
El futuro presidente de la superpotencia ya delineó algunas de sus movidas en el ajedrez internacional sin alejarse de su habitual estilo poco diplomático.
Gran Bretaña y Rusia se llevaron la mejor parte, mientras que la Unión Europea y la OTAN --al menos en su forma actual-- la peor.
Convencido de que ser impredecible es su mejor arma a escala global, el magnate ha esbozado una política exterior alejada de los grandes esquemas estratégicos de sus predecesores y ajustada, en cambio, a la mentalidad transaccional que le hizo rico en los negocios. Repasamos algunas de las propuestas de Trump que pueden alterar el actual orden mundial:
Alianza con rusia
La victoria de Trump ha sido un alivio para el Kremlin, que se esperaba lo peor en caso de que hubiera ganado la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, a la que Putin acusó de instigar la protestas antigubernamentales de 2011.
Trump no ha renegado del líder ruso ni siquiera en las últimas semanas, cuando las agencias de inteligencia le han presentado supuestas pruebas sobre la intervención rusa en los ciberataques ocurridos durante la campaña electoral estadounidense.
Esto da esperanzas al Kremlin, que declaró hace varios meses la 'guerra fría' a la Administración de Obama después de que ésta suspendiera la cooperación bilateral en Siria tras el fracaso de la enésima iniciativa de alto el fuego. Y es que ccn el paso de los años quedó claro que Putin y Obama nunca llegarían ni a entenderse.
China, el mayor adversario
El ejecutivo chino ya advirtió que Trump se va 'dar un tiro en el pie' si insiste en querer reforzar las relaciones de Washington con Taiwán, considerado como una isla rebelde por China. Pekín impone el reconocimiento del principio político de una sola China a todos los países con los que mantiene relaciones diplomáticas.
En entrevista la semana pasada al diario Wall Street Journal, Donald Trump aseguró estar dispuesto a cuestionar este principio, al decir que 'todo es negociable, incluso (el principio) de una sola China'.
Si alguien intenta violar este principio, o pretende servirse de ello por intereses comerciales, se enfrentará a la oposición general del gobierno y del pueblo chinos, así como de la comunidad internacional', afirmó la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying.
la otan en la mira
Para Steinmeier, las declaraciones de Trump entran 'en contradicción con lo que el [próximo] secretario de Defensa estadounidense dijo durante su audición en Washington hace sólo unos días'. 'Veremos cuáles son las consecuencias para la política estadounidense', agregó.
Trump también criticó la contribución económica de sus socios transatlánticos, que 'no pagan lo que deberían'. Sólo cinco de los 28 países de la OTAN (Estados Unidos, Reino Unido, Estonia, Grecia y Polonia) destinan al menos el 2% de su PIB a gasto militar, como plantea la Alianza.
Guerra comercial
Además ha amenazado imponer un 35% de impuestos a los autos producidos en México y ha arremetido contra China. Sin embargo, un asesor del magnate informó que Washington no quiere una guerra comercial, pero sí quiere hacer sus acuerdos comerciales más simétricos en beneficio de los trabajadores estadounidenses.
'EUA y China tienen una causa común. Tenemos unas relaciones muy fuertes y también considero que EUA y la nueva administración no quieren tener una guerra comercial', recalcó Anthony Scaramucci, miembro del equipo de transición de Trump, durante un debate del Foro Económico Mundial que se celebra en Davos.
El que será asistente y director de la oficina de Relaciones con el Público de Trump a partir del próximo viernes, hizo estas declaraciones después de que el mandatario chino, Xi Jinping, afirmara en su discurso de la inauguración del foro que 'nadie saldrá ganador de una guerra comercial' y abogara por la apertura frente al proteccionismo propugnado por el presidente electo.
incertidumbre en américa latina
Pero como en otros aspectos de su plataforma de gobierno, el nuevo presidente no esbozó una estrategia general o una doctrina que pueda guiar las relaciones de Washington con el resto del continente, ni adelantó planes para alianzas en que pueda estar especialmente interesado.
En su revisión de las expectativas para el desempeño económico de 2017, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja su previsión para México, precisamente por el 'factor Trump'.
Aún antes de asumir el poder, Trump inició una frontal ofensiva contra las empresas automotrices estadounidenses (o filiales de compañías extranjeras, como Toyota) por hacer inversiones en plantas de ensamblaje en México destinadas al mercado estadounidense.