Texas, EUA.
El departamento de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) liberó a al menos 600 mujeres y niños centroamericanos de dos centros de detención en Texas.
Los inmigrantes se encontraban recluidos en Dilley y Karnes City, los dos mayores centros de detención en la zona, con capacidad para unas 3,700 personas. La mayoría de ellos, procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, cruzaron la frontera de EUA en las últimas semanas.
La medida se dio el pasado fin de semana luego de que una jueza del estado determinara que el Departamento de Familias y Servicios de Protección no puede otorgar permisos a los centros de detención para albergar niños.
El dictamen especificó que los menores no debían permanecer en establecimientos sin licencia para cuidado infantil por más de 21 días mientras esperan el resultado de sus casos de asilo.
Sin embargo, ICE destacó en un comunicado de prensa que la liberación de los inmigrantes no se vio afectada por la decisión de la jueza, pues ya estaba programada como parte de sus operaciones normales.
Ken Paxton, el fiscal general de Texas, apeló el fallo de la jueza en un esfuerzo por continuar permitiendo la emisión de las licencias para los centros de detención.
Nueva ola.
Amy Fischer, directora de la ONG Raíces, informó que las mujeres y niños liberados fueron albergados en una iglesia y un convento de San Antonio, que abrieron sus puertas para darles refugio temporal.
Las mujeres liberadas recibieron un documento que les permite permanecer en el país en tanto reciben cita con un juez de inmigración. La gran mayoría de quienes recibieron la libertad tienen familias en el país que podrán recibirlas, dijo Fisher.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, afirmó que “actualmente hay alrededor de 41,000 personas en nuestras instalaciones de detención de inmigrantes”.
Tras la victoria de Donald Trump en las presidenciales, las autoridades migratorias han registrado un incremento en el número de inmigrantes que cruzan la frontera.
