Washington, Estados Unidos.
En esa fase de los acuerdos, el gobierno pagó una tarifa contractual de 25,7 millones de dólares a Boeing para discutir los planes para transformar los más actuales modelos de la empresa (el Boeing 747-8) en aviones para el presidente.
Según informó la Casa Blanca en su momento, los aviones actualmente a disposición del presidente Barack Obama y que trasladarán a Trump habían sido encomendados por el entonces mandatario Ronald Reagan y fueron entregados en 1990.
El avión Air Force One porta esa denominación únicamente cuando lleva al presidente estadounidense, quien a bordo tiene condiciones de ejercer plenamente sus funciones, inclusive acceso a los códigos para autorizar el uso de armas nucleares.
El proyecto para el futuro avión presidencial estadounidense, el Air Force One, está 'totalmente fuera de control', afirmó este martes el presidente electo, Donald Trump, quien inclusive amenazó con cancelar el multimillonario pedido.
En la red Twitter, Trump expresó este martes que Boeing 'construye un Air Force One con un modelo 747 completamente nuevo para los futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4.000 millones. ¡Cancelen la orden!'.
Poco más tarde, en una aparición en el lobby del edificio donde tiene sus oficinas, en Nueva York, Trump reiteró a periodistas que todo el proyecto está 'totalmente fuera de control'.
'El programa por el nuevo Air Force One costará más de 4.000 millones de dólares y pienso que eso es ridículo. Pienso que Boeing está forzando un poco los números', dijo el presidente electo.
Trump añadió que 'queremos que Boeing gane mucho dinero, pero no tanto'.
El gobierno estadounidense, a través de la Fuerza Aérea, había alcanzado con Boeing en enero de este año los primeros contratos para el diseño y construcción de dos aeronaves para sustituir a los actuales aviones presidenciales.
Según informó la Casa Blanca en su momento, los aviones actualmente a disposición del presidente Barack Obama y que trasladarán a Trump habían sido encomendados por el entonces mandatario Ronald Reagan y fueron entregados en 1990.
El avión Air Force One porta esa denominación únicamente cuando lleva al presidente estadounidense, quien a bordo tiene condiciones de ejercer plenamente sus funciones, inclusive acceso a los códigos para autorizar el uso de armas nucleares.
