18/04/2024
03:02 PM

Fidel y Raúl Castro, dos hermanos complementarios

Si alguna vez hubo desavenencias quedarán como los grandes secretos de la revolución que se llevarán a la tumba.

La Habana, Cuba.

Fidel y Raúl Castro, quienes tomaron el poder con el triunfo de la revolución cubana en 1959, eran dos hermanos muy diferentes, pero con una causa común que los convirtió en complementarios y que los mantuvo unidos toda la vida.

Fidel, con su simbólica barba de guerrillero, era alto, carismático, locuaz y “volcánico” -según su amigo personal, el fallecido cineasta cubano Alfredo Guevara-, mientras que Raúl, cinco años menor, es de estatura media, casi lampiño, parco de palabra y enemigo de la improvisación.

Fue Fidel quien influyó en la formación intelectual y política de su hermano, según contó a Ignacio Ramonet, en su libro “100 horas con Fidel”.

Siempre a la zaga, Raúl lo secundó desde el asalto al Cuartel Moncada (1953), en la expedición del yate Granma (1956), en la lucha guerrillera en la Sierra Maestra (1957-58) y a lo largo de todo su gobierno (1959-2006).

Foto: La Prensa

Cuando Raúl Castro tomó el mando en el año 2006, el mundo comenzó a percibir su imagen de pragmático y flexible, al tiempo que muchos achacaron a su hermano Fidel Castro ser el freno a las reformas.

Fidel (que nació en 1926) y Raúl (en 1931) fueron dos de los siete hijos del acaudalado terrateniente gallego Angel Castro y la campesina cubana Lina Ruz. Sus otros hermanos son Angelita (1923, fallecida en febrero de 2012), Ramón (1924), Juanita (1933), Enma (1935) y Agustina (1938). Ellos los ayudaron en los años de la lucha guerrillera, aunque sin sumarse.

Continuaron unidos a ellos durante todos estos años, pero sin figuración pública, con excepción de Juanita que, crítica del rumbo comunista que tomó la revolución, se exilió en 1964 en Miami, denunció públicamente al régimen de sus hermanos y colaboró con la CIA bajo el nombre código de “Donna”, en los planes para derrocarlo, según confesó.

Aunque muchos le atribuyen una incondicionalidad sin límites hacia Fidel, Raúl “siempre tuvo criterios muy propios”, según su hermano.

En la amistad también difirieron: Fidel tenía pocos amigos cubanos conocidos, pues la mayoría se reconocían subalternos o seguidores del Comandante en Jefe. Raúl, en cambio, hizo varios amigos entre los generales y altos funcionarios.

El difunto cineasta Alfredo Guevara era, por lo que se sabe, el único amigo común. El difunto Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez era uno de los grandes amigos extranjeros de Fidel; mientras que el fallecido bailarín flamenco Antonio Gades, sepultado en Cuba, fue el gran amigo de Raúl.

Foto: La Prensa

Fue Fidel quien influyó en la formación intelectual y política de su hermano

Fidel es Fidel

Raúl reconoció siempre el liderazgo indiscutido de su hermano y no trató de imitarlo: “Fidel es Fidel, todos lo sabemos bien. Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente”, dijo al asumir formalmente la presidencia de Cuba en febrero de 2008.

Según Fidel, Raúl era la persona con “más autoridad, más experiencia y más capacidad” para sustituirlo cuando él enfermó en julio de 2006 y le entregó el mando.

Mientras gobernaba Fidel, Raúl se mostró como la mano dura del régimen, como en los fusilamientos a torturadores del derrocado dictador Fulgencio Batista, en 1959.

Raúl, un hombre de familia que desayuna los domingos con sus nietos, enseñó al país el nicho que construyó para enterrar sus cenizas, en la provincia de Santiago de Cuba, cuando sepultó allí las de su esposa Vilma Espín en 2007.