Que el covid-19 no le robe la infancia a tus hijos

Enséñales con el ejemplo a ser resilientes y expresar sus emociones

  • 17 sep 2020

¿A tu hijo le preocupa acercarse a otros niños o salir de su casa durante la pandemia? Carlos Becerra, psicólogo clínico, explica que si bien puede ser algo temporal, algunos niños han visto modificados aspectos como su empatía, cómo socializan o juegan, y una clave es que externen cómo se sienten.

'A veces, hacerle caso a tu miedo es mejor, dejar de luchar con él, así se ve de manera más natural y es útil cuando te acerques a un peligro', dice.

Una forma de tratarlo es que focalicen ese temor en un muppet o dibujo, que lo represente, para que aprendan a vivir con él como un visitante. Terapias de juego, canciones o libros también son aliados.

Un aspecto determinante es que el ejemplo de los padres influye en cómo los pequeños le hacen frente al problema.

'El aislamiento, no ir a la escuela y dejar de convivir es un cambio, pero el cómo lo manejen los papás o tutores (qué historia cuentan a los niños de la pandemia), va a reflejar un impacto negativo o positivo', establece.

'Si te ven en una conducta dramática y escuchan historias terroríficas, pueden tener reacciones exageradas hacia su aislamiento, pero si observan una sana convivencia y que te proteges, aprenderán de prudencia'.

Al respecto, el doctor Juan Carlos Hurtado enfatiza que los niños suelen ser espejo de las conductas de sus padres. El psicoterapeuta explica que, por ejemplo, es rol de los adultos graduar las inquietudes de éstos.

'Me parece que uno de los mejores regalos que los padres pueden hacerles a los niños es respetar y fomentar su autonomía, su iniciativa y el punto de vista que tienen de las cosas', dice Hurtado.

La nueva normalidad como el uso de cubrebocas, lavarse las manos y la sana distancia deben enseñarse con paciencia, amor y tratando de ajustar el mensaje para coordinar un marco de armonía y cordialidad.

'Los niños no necesitan tener súper padres, necesitan a padres suficientemente buenos, que estén pendientes de ellos, pero sin caer en los extremos de la indiferencia ni de la sobreprotección', asegura en entrevista.

'Padres e hijos se educan a sí mismos, entre ellos, si hay disposición y serenidad en el ambiente familiar. Afortunadamente, los hijos son excelentes maestros, y muy pacientes también'.

El especialista destaca la resiliencia que caracteriza a la infancia, es decir, su capacidad de superar por sí solos el problema y adaptarse. De ahí la importancia de hablar del valor de cuidarse de forma permanente, aún si sus padres no están.