Moda solo para caballeros audaces

Destacan llamativos smokings con estampados de tapices antiguos y florales

  • 05 sep 2018

Lago Di Como, Italia

No podía haber mejor escenario para mostrar las fantasías masculinas del dueto integrado por Domenico Dolce y Stefano Gabbana que la hermosa Villa Carlota, un hermoso palacio situado a la ribera de este hermoso lago, que era la favorita de Napoleón y otros famosos a través de la historia.

Una hermosa construcción del siglo XVII llena de estatuas de Canova, y que posee unos de los jardines más hermosos de Europa con más de 500 especies de plantas, que apenas podían competir con los sacos cuajados de bordados que desfilaron al compás de un ensamble de música clásica.

'Cuando vimos este lugar decidimos que era ideal para presentar la colección de Alta Sastrería, ya que su belleza es única', afirmó Stefano Gabbana, momentos antes de comenzar este show que contó con más de cien modelos, provenientes de todas partes del planeta y que representaban diversas etnias.

Prendas llenas de detalles como encajes, vuelos, cristales de Swarovski y elementos florales que son para todos aquellos caballeros, que además del poder adquisitivo, les gusta llamar la atención con diseños llenos de colores y en homenaje a la historia italiana y sobre todo a Como, una punto de convergencia de culturas e historias antiguas.

Los looks fueron bocetados bajo pinceladas de influencia militar y oriental, pero también usando flores selváticas y estampados de tapices antiguos que se hicieron presentes en trajes, sacos y pijamas confeccionadas en seda y algodón.

Foto: La Prensa

Los looks fueron bocetados bajo pinceladas de influencia militar y oriental

'Investigamos toda la historia de la aristocracia que ha habitado las hermosas villas de la región para conformar esta pasarela que representa nuestra visión de la zona, una de las más interesantes de toda Italia', comentó Domenico, momentos antes de presentar este exitoso desfile.

Smokings de tonalidades pasteles acompañados de grandes lentes de fantasía, prendedores con cruces y escudos antiguos y coronas de laurel conformaron la espectacular pasarela que se llenó de color al compás armónico de los modelos que también portaban grandes capas dignas de un rey.

¿Quién se pone esto?
Pues nada menos que los casi 250 clientes venidos de todo el planeta, desde millonarios rusos a jeques árabes, los cuales lucieron trajes hechos a la medida y llenos de adornos, y que además, podían adquirir en tiempo real los looks de la pasarela.

Conjuntos con flores selváticas y estampados de tapices antiguos que se hicieron presentes en trajes, sacos y pijamas confeccionadas en seda y algodón.