La propuesta de moda femenina para las temporadas de otoño e invierno se centra en la creatividad, energía y sofisticación de
Nueva York, y en ella, la sastrería se combina con siluetas femeninas.
Se vienen trajes sastre, abrigos con solapas anchas, pantalones de vestir y vestidos cortos con bolsillos delanteros y trabillas, también prendas acolchadas de aires más “sporty”.
A estas se suman parkas con fur en la capucha, sudaderas de cuello alto con grafitis, vestidos en línea A de escotes pronunciados en la espalda. En cuanto al calzado, las botas negras de piel toman el control, ya sea hasta la rodilla o al tobillo.
Se vienen trajes sastre, abrigos con solapas anchas, pantalones de vestir y vestidos cortos con bolsillos delanteros y trabillas, también prendas acolchadas de aires más “sporty”.
A estas se suman parkas con fur en la capucha, sudaderas de cuello alto con grafitis, vestidos en línea A de escotes pronunciados en la espalda. En cuanto al calzado, las botas negras de piel toman el control, ya sea hasta la rodilla o al tobillo.