Si estas inflamaciones son recurrentes en tu vida, te presentamos algunas recomendaciones para combatirlas.
El corrector es un cosmético imprescindible que se ha convertido en nuestro mejor aliado para disimular y cubrir ojeras. Los dos tonos indicados para ello son los siguientes:
Amarillo: disimula esas zonas de color más intenso tirando a violeta o morado, es perfecto para tapar ojeras lilosas y hematomas.
Anaranjado o salmón: se usa para camuflar ojeras en tonos más azulados.
No extender el corrector de ojeras por toda la bolsa, sino solo en la mitad, en la parte interior del ojo donde concentra más pigmento, extender bien a golpecitos para favorecer el drenaje.
Si hay ojeras oscuras que viran al gris, mejor matizarlas con correctores que contengan pigmentos anaranjados o salmón; si las ojeras viran al azul, elige pigmentos amarillos.