Esos dos elementos decorativos dictarán tendencia en la próxima temporada, cuando la mujer lucirá prendas que respiran libertad en todas las estaciones del año, y exhalan luz propia tanto de día como de noche.
Tonos alegres y llenos de luz pondrán pinceladas divertidas al vestuario con propuestas como las de Ágatha Ruiz de la Prada, que llenó de color tanto Madrid como Nueva York con sus modelos surrealistas y alocados, como bañadores de lentejuelas.
Prendas estampadas, tiras de cuero, suéteres con flores y pantalones tipo pitillo, así como abrigos y gabardinas en los que dominan grandes hombros y cinturones anchos, se mezclan con vestidos de satín de cortes asimétricos y mangas bombachas en la colección Louis Vuitton, por ejemplo. Las modelos también lucieron jumpers, corpiños sobre blusas y botas de aire industrial. Además, muchas aberturas en lugares estratégicos para dejar ver, de manera coqueta, la piel.
Algunos diseños nos remontan al Copacabana de Río de Janeiro de los años 40. Incluye este estampado en los accesorios.
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