No más uñas quebradizas, ¡te decimos cómo!

Manos y pies sufren las consecuencias de un mínimo cuidado y las uñas escamadas y quebradizas son el resultado, evitarlo siempre es posible

  • 27 oct 2016

Hongos, afecciones específicas de la piel o el contacto con ciertos productos de limpieza hacen que esta parte de nuestro cuerpo sufra las consecuencias

Movemos las manos cada vez que hablamos, son nuestra carta de presentación en cualquier encuentro, por eso preservarlas y mimar las uñas debe convertirse en obligación para no tener que lamentar.

La edad, la exposición al sol o lo cambios hormonales son factores determinantes de su deterioro, sin embargo, los especialistas en dermatología hacen hincapié en una alimentación donde prime el pescado azul, los lácteos y el aceite de oliva y, sobre todo, en el uso de lacas no agresivas que las dañen.

Uñas quebradizas
“Antiestéticas, las uñas quebradizas y escamadas son uno de los mayores dolores de cabeza para muchas mujeres”, dice Berenice Espejo, educador de la firma nortemericana de esmaltes Orly, quienes recomiendan el aceite de oliva para aplicar sobre manos y pies, con el fin de reforzarlas.

Nutrir las uñas es uno de los objetivos, por ello recomiendan Nailtrition un producto específico con hierro, esencial para su crecimiento; queratina hidrolizada para mejorar su fuerza y elasticidad; extracto de bambú, que contiene más del 70% de sílice orgánico, que proporciona resistencia y capacidad de recuperación, además de calcio.

Restaurar la zona dañada
Antes de tratar las uñas, los especialistas consideran indispensable pulirlas suavemente e insistir especialmente en la zona más dañada. Es ideal masajear las cutículas y uñas con movimientos circulares para favorecer un crecimiento sano y fuerte.

Hacer deporte tonifica el cuerpo y libera la mente, pero en ese espacio ¿qué le pasa a manos y pies? Elena Comes, responsable de Le Petit Salon asegura que son mucho los tratamientos que realizan a las “fitgirls” con manos y pies “ajados” debido a los entrenamientos.

“Cuando hacemos deporte las manos se vuelven más ásperas y necesitan un ‘chute de hidratación’ en clave XXL. Pero, si queremos prevenir o ralentizar la aparición de durezas, lo ideal es utilizar guantes y esponjas siempre que hagamos ejercicios en los que intervengan las manos”, explica Comes.