El Progreso, Yoro, Honduras.
La tranquilidad del colegio oficial Eduardo Hernández Chevez, de El Progreso, fue interrumpida ayer cuando uno de los estudiantes hirió de un balazo a una compañera que se negó a darle tres lempiras.
El hecho se registró a la 1:30 pm en la cafetería, adonde llegó la alumna del segundo curso a acompañar a un grupo de amigas que hacían una tarea. En ese instante se aproximó el adolescente (14) del primer curso y le exigió que le diera los tres lempiras para comprar una agua.
“Yo le dije que solo tenía para mí y que no andaba más, luego me agaché y fue allí que el sacó la pistola y me disparó. Después tiró el arma y salió corriendo. Otro compañero la recogió, en segundos comencé a manar sangre y empecé a pedir ayuda”, recordó la muchacha todavía nerviosa. Agregó que ella nunca ha bromeado con el que la hirió. Piensa que lo hizo en forma intencional por no obtener lo que quería.
Marco Tulio Ramos, maestro que auxilió a la herida, contó que al ver a la joven sangrando la subieron a un vehículo y la trasladaron al hospital de El Progreso, donde fue atendida de emergencia. Los médicos determinaron que la bala solo dañó tejido blando de la parte superior de la pierna derecha, pero pasó a centímetros de una arteria principal. Al colegio, ubicado en la colonia Palermo, llegaron las autoridades policiales y del Ministerio Público, los que procedieron a detener al joven, quien ya se hacía acompañar de un pariente adulto.
El arma utilizada es un revólver calibre 25 que el muchacho ingresó al instituto en medio de los cuadernos.
Juan Carlos Alfaro, director del centro, dijo que no es la primera vez que el menor provoca acciones irregulares en el lugar, “ya es reincidente, pero esta vez se pasó y casi provoca una tragedia. Tendremos que analizar el caso con el resto de maestros para ver qué decisión se toma con la conducta de este estudiante”, dijo.
La tranquilidad del colegio oficial Eduardo Hernández Chevez, de El Progreso, fue interrumpida ayer cuando uno de los estudiantes hirió de un balazo a una compañera que se negó a darle tres lempiras.
El hecho se registró a la 1:30 pm en la cafetería, adonde llegó la alumna del segundo curso a acompañar a un grupo de amigas que hacían una tarea. En ese instante se aproximó el adolescente (14) del primer curso y le exigió que le diera los tres lempiras para comprar una agua.
“Yo le dije que solo tenía para mí y que no andaba más, luego me agaché y fue allí que el sacó la pistola y me disparó. Después tiró el arma y salió corriendo. Otro compañero la recogió, en segundos comencé a manar sangre y empecé a pedir ayuda”, recordó la muchacha todavía nerviosa. Agregó que ella nunca ha bromeado con el que la hirió. Piensa que lo hizo en forma intencional por no obtener lo que quería.
Marco Tulio Ramos, maestro que auxilió a la herida, contó que al ver a la joven sangrando la subieron a un vehículo y la trasladaron al hospital de El Progreso, donde fue atendida de emergencia. Los médicos determinaron que la bala solo dañó tejido blando de la parte superior de la pierna derecha, pero pasó a centímetros de una arteria principal. Al colegio, ubicado en la colonia Palermo, llegaron las autoridades policiales y del Ministerio Público, los que procedieron a detener al joven, quien ya se hacía acompañar de un pariente adulto.
El arma utilizada es un revólver calibre 25 que el muchacho ingresó al instituto en medio de los cuadernos.
Juan Carlos Alfaro, director del centro, dijo que no es la primera vez que el menor provoca acciones irregulares en el lugar, “ya es reincidente, pero esta vez se pasó y casi provoca una tragedia. Tendremos que analizar el caso con el resto de maestros para ver qué decisión se toma con la conducta de este estudiante”, dijo.
