Veracruz, México.
Familias hondureñas que se encuentran en la Estación Migratoria de Acayucan relataron a LA PRENSA el trauma de su secuestro en Tampico, Tamaulipas.
Hace nueve días, 40 familias fueron liberadas de un grupo de raptores que amenazaban con matarlas si no pagaban por su libertad.
“Viajábamos en un bus grande. Casi todas las familias eran de Honduras. De repente, el bus paró y varios hombres subieron para amenazar con pistolas y pidieron que nos bajáramos”, expresó una madre hondureña que por seguridad pidió omitir su nombre.
Familias hondureñas que se encuentran en la Estación Migratoria de Acayucan relataron a LA PRENSA el trauma de su secuestro en Tampico, Tamaulipas.
Hace nueve días, 40 familias fueron liberadas de un grupo de raptores que amenazaban con matarlas si no pagaban por su libertad.
“Viajábamos en un bus grande. Casi todas las familias eran de Honduras. De repente, el bus paró y varios hombres subieron para amenazar con pistolas y pidieron que nos bajáramos”, expresó una madre hondureña que por seguridad pidió omitir su nombre.
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Los plagiarios subieron a los migrantes en varias camionetas y después de viajar como cinco minutos llegaron a una casa donde registraron y robaron las pertenencias de los indocumentados.
“La comida que nos daban era un poco de arroz y un vaso de agua, los niños no podían llorar y nos tiraron al suelo como leña, unos encima de otros”, relató la hondureña.
Las madres manifestaron que tomaron la decisión de arriesgar su vida y la de sus hijos porque la gente mayor de 30 años no encuentra trabajo en Honduras.
“En esos días de pesadilla, nadie dormía. Ando con mis dos hijas de 13 y 14 años. Me daba miedo que las violaran”.
Las familias relataron que vivieron momentos de terror el día que las rescataron porque escuchaban disparos por todos los costados de la casa y pensaban que eran otros delincuentes que llegaban a matarlos.
Con llanto e indignación, Mirna Mendoza, otra de las secuestradas, dijo que las personas que los cuidaban consumían drogas delante de los niños y el pánico aumentaba porque se descontrolaban.
Franklyn Turcios, originario de El Progreso, Yoro, y sus cuatro hijos viajaban a Estados Unidos, pero desafortunadamente también iban en el bus de donde secuestraron a los pasajeros.
“Mi esposa está en Houston, Texas, y me avisó que me fuera con los niños. Jamás pensé que nos secuestrarían”. El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, reportó que en México, solo en 2013, hubo 11 mil secuestros de inmigrantes.
En el informe especial sobre secuestro de migrantes en México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos indicó que son raptados alrededor de 20,000 migrantes al año. Los operativos han demostrado que los grupos delictivos pueden plagiar hasta más de 50 migrantes en un solo evento.
