Villahermosa, Tabasco.
La hondureña, Lema Lourdes Urbina y sus dos hijos, de 7 y 17 años, caminaron más de 60 kilómetros para llegar al albergue Casa del Migrante La 72, en Tenosique, Tabasco.
Todos, de origen hondureño, ingresaron a México por linderos del punto fronterizo conocido como 'El Ceibo' y, tras enterarse de la ola de violencia contra migrantes que toman el tren, decidieron quedarse aquí.
'Desde hace tres días estamos aquí, y seguiremos aquí, porque sabemos que el viaje en el tren se puso muy peligroso con tanto asalto, y por la cuota que te piden', cuenta la mujer en entrevista telefónica.
'Nos da mucho miedo de seguir, pero ya llevamos una semana de viaje. Desde que salimos lloro', externa.
Lema y sus hijos llegaron al albergue a punto de deshidratarse. A pesar de los peligros, la hondureña dice que, nomás se calmen las cosas, seguirán su camino hasta llegar a Houston, Texas, donde, dice, tiene conocidos.
Rubén Figueroa, fundador del refugio, junto con el fraile Tomás González, reconoce que en este momento están saturados. 'Ahorita hay más migrantes, y entre ellos también hay muchos niños, en total 20', dice.
