Sonara, México
La hondureña Karla Fuentes, quien pretende llegar a Los Ángeles, relató que ella emprendió su viaje en tren desde el 5 de enero y viaja en un grupo con 10 connacionales.
“Como viajamos en el tren y si no se para no podemos bajar a comer, con lo que llevemos nada más, a veces duramos hasta 5 días en el tren sin comer.
“Lo que más me ha pesado es el frío, en Orizaba (Veracruz) es donde más sentí el frío”, expresó.
Anaís, quien emprendió su viaje el 18 de enero desde Tegucigalpa, Honduras, aseguró que llevaba tres días sin comer.
“Lo más pesado es que me agarró la migra y me llevó otra vez para mi país en un estado del sur (México), espero esta vez ya cruzar, lo que no quiero es andar en tren ya, lo odio”, comentó.
Las mujeres migrantes, al igual que los ocho hombres que las acompañaban, recordaron que fueron víctimas de un asalto en el Estado de Veracruz, cerca de Coatzacoalcos.
“Nos robaron la feria que habíamos charoleado, nos dejaron sin comer y si no se las dábamos nos iban a hacer quién sabe qué”, dijo un joven hondureño.
Karla Fuentes aseguró que el dejar atrás a la familia, en especial a su hijo para poder proveerle un mejor nivel de vida al enviarle dólares, es una decisión que le ha pesado mucho.
“Sí me duele pero no me iba a traer a mi hijo a sufrir esto, a viajar en tren dónde y cómo se pueda, a no comer, a caminar en el desierto”, comentó.
El grupo de migrantes indicó que intentará cruzar hacia Estados Unidos por su cuenta, sin “pollero” que los guíe.
“No nos da miedo, andamos con Dios, no sé cuándo ya crucemos, queremos descansar unos días”, enunció Anaís.
No todo es malo en su viaje, agregaron, ya que en cada municipio que visitan también hay gente buena que les apoya con comida o lo que necesiten.
En Veracruz, recordaron con gusto, fueron apoyados por “Las Patronas”, quienes les aventaban comida en los trenes en los que viajaban
Fuente: elimparcial.com
