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'Nada podrá devolvernos a nuestros hijos”: padres de hondureños

  • 28 agosto 2013 /

Diario LA PRENSA entrevistó a los miembros de las seis familias de los inmigrantes que murieron en México.

San Pedro Sula, Honduras

Los padres eran los más afectados ayer cuando se entregaron los cuerpos de las víctimas en la base aérea Coronel Armando Escalón Espinal.

“Nada podrá devolvernos a nuestros hijos”, decían varios de ellos, quienes todavía no se resignaban a que sus vástagos estuvieran sin vida tras la tragedia del descarrilamiento del tren en México.

Los hondureños que fallecieron en el incidente fueron identificados como Rubén Gómez Aguilar (27), Félix Ponce Arguijo (58), Gerardo Antonio Sandoval Díaz (23), José Manuel Guerrero Sabillón (20), Darlin Adriel Valle Banegas (19) y Rufino Aguilar Ferrera (22).

Las autoridades de Cancillería anunciaron que el Gobierno de Honduras repartirá una ayuda de L100 mil a las familias de los seis hondureños fallecidos, es decir alrededor de 16,600 lempiras por familia.

Diario LA PRENSA entrevistó a los miembros de las seis familias de los inmigrantes que murieron en México el domingo anterior cuando volcó “La Bestia”.

“Para nosotros no hay ninguna cosa que pueda llenar el vacío que deja la muerte de nuestros familiares en ese tren. Que Dios los guarde porque lo único que ellos querían era trabajar para ganarse la vida honradamente”, dijeron algunos de los familiares que llegaron a la terminal aérea ayer por la tarde para que les hicieran entrega de los cadáveres de sus parientes.

Otros 18 centroamericanos resultaron heridos, aunque este martes las autoridades mexicanas informaron que hallaron otros tres cuerpos aún no identificados entre los ocho vagones que se salieron de la vía a la altura del municipio de Huimanguillo, en el estado de Tabasco (sureste).

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México indicó que el tren viajaba a una velocidad y con la carga adecuadas al momento del siniestro, pero autoridades de Tabasco apuntaron al exceso de velocidad y a la lluvia como causantes del accidente. La Procuraduría General de Justicia de Tabasco, México, reveló que hay varias líneas de investigación para determinar qué provocó el descarrilamiento del tren de carga denominado “La Bestia”, y que entre ellas están el posible robo de material de la vía y la falta de mantenimiento de la misma. El procurador Fernando Valenzuela Pernas informó ayer que solicitó la colaboración de la Procuraduría General de la República.

Ermes Valle: “Quisiera que nunca se hubiera ido, aquí estaría vivo”

Darlin Adriel Valle era agricultor y vivía en Cedros, Francisco Morazán. Con tan solo 19 años de edad decidió viajar a Estados Unidos para superarse y darle un giro a su vida y a la de su familia.

Sin embargo, el camino que inició sería uno sin retorno, pues fue uno de los seis hondureños que murieron tras el descarrilamiento del tren en México el pasado domingo.

Ermes Valle, padre del joven, llegó ayer a recibir el cuerpo sin vida de su hijo mayor y lamentó que la difícil situación en Honduras haya impulsado a su vástago a emprender esa travesía mortal.

“Es muy dura la vida aquí, él trató de alcanzar el sueño americano, pero no pudo y no podemos hacer nada ahora. Yo quisiera que nunca se hubiera ido, porque aquí estaría vivo ahora, pero tomó la decisión que creyó mejor para todos. Fue algo cruel lo que le pasó porque uno espera lo mejor para su hijo, pero lamentablemente sucedió esa tragedia que me quitó a mi hijo”.

El apesarado padre recordó que su hijo era muy luchador.

“Él no tenía hijos y esta era la segunda vez que se intentaba ir a Estados Unidos. Cuando él me contó que se quería ir, le dije que se cuidara y que lo pensara bien porque era muy peligroso ese camino y era muy arriesgado viajar por esas rutas en este momento, pero el me dijo que no me preocupara, que estaría bien y que iba a llegar a trabajar para ganar dólares, pero no lo logró”.

Valle relató cómo se enteró de la muerte de su hijo.

“No sabía, solo escuché del accidente, pero luego les dije a mis otros hijos que buscaran por Internet y me dijeron que sí era Darlin, mi hijo, uno de los que habían muerto. Cuando me dijeron eso, me dolió bastante. No he podido ni dormir ni he querido comer, perder un hijo es lo más horrible que le puede pasar a uno como padre y ahora solo le pedimos a Dios sabiduría para entender”.

Darwin Mejía. “Todavía nos cuesta creer que Gerardo esté muerto”

Darwin Daniel Mejía es familiar de Gerardo Antonio Sandoval, quien era de Yoro, Yoro, uno de los infortunados hondureños que fallecieron cuando volcó “La Bestia” en México el fin de semana pasado.

Ayer llegó, junto a otros parientes, a la base aérea Coronel Armando Escalón Espinal, para identificar a su ser querido y que les hicieran entrega del cadáver.

“Él era agricultor y tenía 23 años, se fue hace como unos 15 días y su sueño era llegar a los Estados Unidos, pero nadie se podía imaginar que iba a pasar algo tan terrible como lo que sucedió con ese tren que se dio vuelta en México. Todavía nos cuesta creer que Gerardo esté muerto”.

Darwin Mejía relató cómo se dieron cuenta de que su pariente era una de las víctimas mortales del incidente con el tren mexicano.

“Hasta ayer (lunes anterior) nos dimos cuenta, nos avisaron otros familiares que había muerto Gerardo y no lo podíamos creer, pero ahora estamos aquí y apenas entendemos que es cierto. Él ya había tratado de irse a Estados Unidos, era el anhelo de él poder trabajar allá, porque lo intento varias veces y nunca lo consiguió”.
El apesarado pariente manifestó que la muerte del joven ha sido un gran impacto para todos en la familia.

“Nunca nos imaginamos que nos podía dar esta noticia a nosotros. Creo que uno nunca piensa que algo así le puede suceder a un familiar de uno porque siempre se trata de pensar en lo mejor, pero la realidad es que él perdió su vida y es triste, porque simplemente así como otra gente, su único sueño era ganarse la vida trabajando en Estados Unidos, porque en Honduras uno parece que no puede prosperar; no hay trabajo ni oportunidades. Así como él ya son muchos que se han ido, pero él tuvo la mala suerte de que ese tren se volcara y matara a toda esas personas. Tenía hijos y eso es lo que más duele. Los niños ahora se quedan sin su padre y eso ya no tiene remedio”.

Anastasia Sabillón: “Mi hijo solo quería trabajar para darnos lo mejor”

Anastasia Sabillón es la madre del fallecido José Manuel Guerrero Sabillón, uno de los hondureños que murieron en la tragedia provocada tras el descarrilamiento del tren en México el pasado fin de semana.

“¿Cómo se va a imaginar uno que se le puede morir un hijo de esa manera? Cuando me dijeron fue un golpe en mi alma, no quería creerlo, pensé que era una equivocación y que no podía ser, pero después me dijeron que era algo confirmado y yo no pude evitar llorar, no sabía qué hacer. Es el dolor más profundo que uno puede sentir”, dijo.

Sabillón declaró que su vástago era una persona tranquila, que siempre la apoyó en todo.

“Mi hijo solo quería trabajar para darnos lo mejor y por eso se quería ir para Estados Unidos, aunque le pedí que no lo hiciera porque me daba miedo que le pasara algo.

Él siempre me prometía que si lograba encontrar empleo allá, me haría una casa y que nuestras vidas cambiarían y que todo sería diferente. Se fue con un sobrino de él.

Se lo dije, que no viajara, pero él estaba seguro de que podía llegar hasta allá y encontrar un empleo. Yo era como si tenía un presentimiento de que algo malo podía pasarle y así fue, porque al fin mi hijo murió”.

La madre indicó que ahora solo les queda el consuelo de poder enterrar a su hijo.

“Ahora solo nos queda la oportunidad de sepultar a mi hijo. Es un dolor que llevaré en el alma toda la vida. Quisiera regresar el tiempo y haber podido impedir que se marchara, pero no es posible y todo lo que le pedimos a Dios es que nos dé consuelo. Yo sé que mi hijo está al lado del Señor en el cielo, porque él siempre fue bueno y tranquilo, no tenía vicios ni se metía con nadie. Él era quien se encargaba de los gastos de la casa porque era el único que trabajaba y siempre fue correcto y considerado con nosotros. Viven conmigo dos hijas más, pero ahora que él no está, ya no queda nada”.

Norma Lilí García: “Mi tío no encontraba trabajo y solo fue a toparse con la muerte”

Norma aún recuerda el día que Félix Ponce Arguijo, su tío, tomó la mochila, se despidió de la familia y emprendió un viaje sin regreso. Pensó que era la mejor decisión porque a sus 58 años nadie le daba trabajo en La Libertad, Comayagua, de donde era originario. Su frustración iba en aumento, tenía seis hijos que mantener y cada vez las presiones económicas aumentaban.

Cansado y creyendo que viajar a Estados Unidos era la mejor decisión, salió de su casa el 12 de agosto; pero 13 días después cuando intentaba llegar a Coatzacoalcos y avanzar en la travesía del sueño americano murió. Fue uno de los seis hondureños muertos en el descarrilamiento de “La Bestia”

Dolor

La familia Ponce solo recibió dos llamadas desde que Félix partió. La última la recibió su esposa el jueves 23 de agosto, donde su compañero de hogar le informó que todo estaba bien. Pero las noticias del accidente del tren en el ejido “La Tembladera” mantenía preocupados a los familiares, la falta de información les hacía suponer que algo no andaba bien.

“Nadie nos decía nada, esperábamos que él nos llamara y nos dijera que no estaba muerto, ni herido. Pero fue hasta que en las noticias cuando leímos La Prensa que confirmamos que mi tío era uno de los muertos”, dijo Norma García.

La mujer entre sollozos contó que la necesidad económica obligó a aquel hombre a partir.

“Por la pobreza que vivía en el pueblo y cuando miraba que por su edad nadie le daba trabajo, fue cuando agarró valor de irse ilegal. Quiso probar suerte viajando a Estados Unidos, solo quería ayudar a la familia; pero se topó con la muerte y regresó solo para que lo enterremos. Estamos tristes, nunca debió irse, era un buen hombre”, relató la sobrina.

Hoy a las 8:00 am será el sepelio de Félix Ponce en La Libertad, Comayagua.

Adelmo Gómez: “Mi hermano siempre quiso irse mojado, pero pagó caro viajar”

Salió de Cangual, una aldea de San Juan, Intibucá, para recoger los restos de Rubén Gómez Aguilar (24), su hermano que buscaba en el viaje a Estados Unidos un salario para ayudar a su familia. Buscó diferentes opciones para no irse “mojado”, pero ni la Fuerza Aérea, ni el trabajo de agricultor llenó sus expectativas.

“Estamos destrozados, nunca quisimos que esto le pasara, dejó hasta la Fuerza Aérea porque decía que en Estados Unidos las cosas iban a ser mejores. Pero el destino le preparó otra jugada y terminó mal. Ahora nos toca llorarlo, sentir su ausencia y aprender de su experiencia para que otra gente no muera por buscar mejorar”, así relataba Adelmo Gómez la tragedia de su hermano.

“Le dije que no se fuera”

Había hecho la plaza, estuvo más de un año sirviendo en la Fuerza Aérea y su familia le decía que aguantara, que ya los meses duros habían pasado. Pero la idea de irse y encontrar trabajo, oportunidades en Estados Unidos, lo hicieron dejar todo y viajar a ese país. No salió solo, se fue con su primo Rufino, y ambos murieron en esa aventura.

“Se salió del Ejército, era su tercer intento por irse para Estados Unidos, pero nada lo detuvo. Tenía 10 días de haberse ido, se fue contento porque siempre dijo que él sí iba a pasar. Pero la alegría duró poco y cuando nos dieron la noticia de su muerte, el dolor invadió a toda la familia”, dijo el hermano.

Cuando los féretros se colocaron en el salón de la Base Aérea Armando Escalón, Adelmo abrió el de su hermano, su fortaleza se quebrantó cuando lo vio.

“Está hinchado, pero es él, ahora lo llevaré a San Juan para darle el último adiós. Toda la familia lo espera, son tantos recuerdos vividos que no puedo decirle más”, dijo consternado Gómez.

Al atarceder, elpick up partió para San Juan, Intibucá, donde hoy al mediodía será enterrado en el cementerio de aquel lugar.

Raúl Aguilar: “Le pedí a mi hijo que no viajara, presentía que algo iba a pasar”

Sus lágrimas bañan su rostro, el dolor por la pérdida del primero de sus seis hijos deja desconsuelo. Raúl Aguilar llegó ayer a la Base Aérea Armando Escalón a recoger los restos de Rufino Aguilar Ferrera (22), una de las víctimas del tren.

Siempre se opuso al deseo de su hijo de irse “mojado”, pero aunque le advirtió de los peligros, no logró convencerlo. Su hijo vendió la media manzana de tierra que tenía en San Juan y con ese dinero pagó un “coyote” para irse a Estados Unidos; pero Rufino no cumplió su sueño, murió en el intento por llegar.

Presentía la tragedia

Antes que Rufino partiera con uno de sus primos, su padre asegura que tuvo una revelación en un sueño.

“Soñé que mi hijo se iba en el viaje, pero miraba que el guía que había pagado lo dejaba botado. Ese sueño me desconcertó y cuando amaneció le aconsejé que no se fuera, no creía que era correcto porque presentía que algo malo le iba a pasar. Pero él me dijo que no pensara cosas malas, que todo iba a salir bien. No pude detenerlo y se fue”, relató Aguilar.

Fue hasta el lunes 26 que la familia Aguilar Ferrera se enteró de la tragedia, no podían creer que aquel muchacho humilde y padre de dos hijos muriera en el tren.

“Confirmar que mi hijo había muerto ha sido un golpe duro, perdí parte de mi vida, todos en casa estamos desconsolados, la muerte de Rufino es un trago amargo que nos entristece”, contó el padre.

Ayer cuando las autoridades le entregaron las pertenencias de su hijo, con mucho cariño abrió la bolsa y agarró en sus manos la ropa de su hijo. Raúl no pudo más y estalló en llanto.

“Solo recuerdos me quedan, qué le diré a sus hijitos de siete meses y tres años. Quedaron huérfanos, es lamentable lo que nos toca vivir a los pobres, ojalá los jóvenes dejen de aventurarse”, apuntó Aguilar.