Santa Bárbara, Honduras.
Lo que era un hogar feliz terminó siendo una escena dantesca en la aldea San Rafael, del municipio de Atima, Santa Bárbara, adonde un padre denunció que su propia esposa asesinó a su bebé de dos meses de edad, Maryuri Santos Cantarero.
Ángel Humberto Santos después de cumplir su jornada de trabajo en el campo llegó a su casa y escuchó el disparo que le quitó la vida a su tierna.
Santos manifestó a las autoridades policiales que la tarde del lunes, al escuchar el disparo ingresó en su vivienda, cuando vio la peor escena de su vida: su pequeña hija estaba muerta en la cuna y su esposa Sandra Suyapa Cantarero tenía el arma homicida en la mano.
Al ver el hecho salió corriendo de su casa, pensando que su mujer también lo asesinaría; pero la ella escapó por una ventana hacia el área montañosa de la aldea. El hombre avisó de inmediato a las autoridades policiales, quienes tampoco podrían creer que una madre asesinara a una bebé inocente.
A la escena del crimen se presentaron autoridades de Medicina Forense, Ministerio Público y Dirección Policial de Investigaciones (DPI), las que levantaron el cadáver de la pequeñita.
Lo que era un hogar feliz terminó siendo una escena dantesca en la aldea San Rafael, del municipio de Atima, Santa Bárbara, adonde un padre denunció que su propia esposa asesinó a su bebé de dos meses de edad, Maryuri Santos Cantarero.
 La Policía busca a Sandra Suyapa Cantarero.
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Santos manifestó a las autoridades policiales que la tarde del lunes, al escuchar el disparo ingresó en su vivienda, cuando vio la peor escena de su vida: su pequeña hija estaba muerta en la cuna y su esposa Sandra Suyapa Cantarero tenía el arma homicida en la mano.
Al ver el hecho salió corriendo de su casa, pensando que su mujer también lo asesinaría; pero la ella escapó por una ventana hacia el área montañosa de la aldea. El hombre avisó de inmediato a las autoridades policiales, quienes tampoco podrían creer que una madre asesinara a una bebé inocente.
A la escena del crimen se presentaron autoridades de Medicina Forense, Ministerio Público y Dirección Policial de Investigaciones (DPI), las que levantaron el cadáver de la pequeñita.
