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Caravana: Pese al miedo a ser deportación y a narcos, migrantes hondureños siguen camino por México

  • 22 octubre 2018 /

Una segunda caravana de casi un millar, inició el domingo su travesía a pie desde Guatemala.

Tapachula, México.

Tras pasar su segunda noche en territorio mexicano, miles de hondureños indocumentados continúan su camino hacia Estados Unidos, pese al temor de ser detenidos y deportados en cualquier momento o secuestrados por narcotraficantes.

Los migrantes saben que en México no los recibieron como esperaban, que los pueden devolver a Honduras en cualquier momento y que hay narcotraficantes que secuestran y matan a los migrantes. Peso a esto, siguen en la caravana.

Unos 3,000 indocumentados llegaron el domingo a Tapachula (Chiapas) después de caminar más de siete horas desde Ciudad Hidalgo, fronteriza con Guatemala en el sureste de México.

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En cuestión de minutos todos cayeron exhaustos en la plaza principal.

Su intención original era ingresar al país a través del puente internacional, paso oficial entre Guatemala y México. Pero el gobierno de este país cerró la frontera el viernes ante la llegada masiva de los hondureños.

Muchos de los inmigrantes desistieron de pedir refugio o visa humanitaria, y optaron por cruzar el caudaloso río Suchiate a nado o en precarias balsas.

Poco más de 700 que sí entraron legalmente, según datos oficiales, están alojados en albergues del gobierno muchos evitan por miedo a ser deportados.

Migrantes

Los hondureños parten este lunes a Huixtla, otra localidad chiapaneca, donde recobrarán fuerzas para seguir su caminata hasta Tijuana o Mexicali, aledañas a Estados Unidos, su destino final a más de 3,000 kilómetros.

El presidente Donald Trump advirtió el domingo que hará todo para 'detener la embestida de migrantes ilegales' a su frontera sur. 'Esas personas deben primero solicitar asilo en México, y si no lo hacen Estados Unidos los rechazará', escribió en Twitter.

Segunda caravana

Pero una segunda caravana de casi un millar de hondureños inició el domingo su travesía a pie desde Guatemala para llegar a la frontera con México, en ruta hacia Estados Unidos.

El trayecto por México puede tomarles un mes, según Rodrigo Abeja, activista de la organización Pueblos Sin Frontera que ha acompañado a varias caravanas.

Migrantes hondureños

Ésta ha recorrido más de 700 km desde San Pedro Sula, de donde partieron el 13 de octubre. Muchas mujeres con sus bebés y niños conforman el grupo.

'Existe el riesgo de que hagan operativos para detenerlos', advierte Abeja, quien apunta que México dice cuidar los derechos de los migrantes pero no les facilita un paso seguro por su territorio, al no entregarles visas humanitarias con rapidez.

Los riesgos

El domingo, durante su trayecto a Tapachula, cientos de policías interceptaron a los migrantes para 'invitarlos' a abordar camiones y llevarlos a un albergue para iniciar sus solicitudes de refugio o visa. La mayoría rechazó la oferta por temor a que fuera una trampa para regresarlos.

Sin documentos, los migrantes quedan en la clandestinidad a lo largo de miles de kilómetros de camino y a merced de traficantes de personas o drogas que los secuestran o buscan reclutarlos contra su voluntad.

En 2010, un grupo de 72 migrantes de Centro y Sudamérica fueron secuestrados por el cartel de Los Zetas y asesinados porque se negaron a unírseles, según el gobierno. Sus cadáveres fueron hallados en una bodega de Tamaulipas, fronteriza con Estados Unidos, todos con las manos atadas y tiros de gracia.

Migrantes en caravana

Mientras tanto, un grupo cada vez más reducido de hondureños permanece varado en el puente fronterizo en Ciudad Hidalgo esperando ingresar legalmente a México, aunque el acceso era a cuentagotas dando prioridad a mujeres y niños.

Del viernes al domingo se han atendido 1,028 solicitudes de refugio en ese paso fronterizo, según el gobierno mexicano.

En el lugar queda poco más de medio millar de migrantes, en comparación con los más de 4,000 que llegaron el viernes.