Los Óscar no entregarán ninguno de sus premios durante las pausas publicitarias de la gala después de que la Academia de Hollywood rectificara tras una enorme protesta en la comunidad del cine por esta polémica medida, informó el medio especializado Deadline.
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Con el objetivo de que la ceremonia no superara las tres horas de duración, la Academia anunció el pasado lunes que las estatuillas de fotografía, edición, cortometraje de ficción, y maquillaje de peluquería se presentarían durante los anuncios y detalló que, posteriormente, los discursos de sus ganadores se emitirían editados y en diferido. La decisión de la organización fue muy discutida por grandes figuras del cine en los últimos días, que llegaron a enviar una carta a la Academia exigiendo que diera marcha atrás.
“Relegar estas artes esenciales del cine a un estatus menor en la 91 edición de los Óscar no es nada menos que un insulto a aquellos de nosotros que hemos dedicado nuestras vidas y pasiones a nuestra profesión”, decía ese escrito.
| Jennifer López será una de las presentadoras de la 91 edición de los premios Óscar.
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Los organizadores de los Óscar trataron de aclarar que no se menospreciaría a esas cuatro categorías y se reunieron, además, con representantes de los directores de fotografía para escuchar sus argumentos. Con la rectificación final de la Academia, los seguidores del cine latino podrán ver en directo y por televisión si el mexicano Alfonso Cuarón, nominado a la mejor fotografía por Roma, y los españoles Rodrigo Sorogoyen y María del Puy Alvarado, aspirantes al mejor corto de ficción por Madre, se llevan la estatuilla en sus respectivas categorías.
El anuncio y cancelación de la entrega de premios durante los anuncios se suma a una desafortunada temporada para la Academia, que ha tenido problemas de todo tipo para preparar los Óscar que se celebrarán este domingo 24 de febrero.
| La madre de James Bulger, un niño que fue asesinado por dos menores en 1993, pidió a la Academia que retirara la nominación a mejor cortometraje al documental Detainment, que narra la tragedia del pequeño. La Academia dijo que la nominación seguía en pie.
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La primera inconvenienciase presentó el pasado diciembre, cuando el cómico Kevin Hart renunció a ser el conductor principal de la 91 edición de los Óscar, luego de que salieran a la luz varios mensajes y chistes homofóbicos que hizo el comediante hace casi una década.
El actor se mostró muy triste por duras críticas que recibió y dijo que la decisión de no aceptar el cargo fue de él y no de la Academia.
“En mi mente era un trabajo de ensueño, y surgieron cosas que impidieron que sucediera. No creo que dé marcha atrás. ‘¿Lo haría alguna vez?’ No, se acabó. Se acabó. El momento pasó y fue una bendición, me entusiasmó la oportunidad y todavía estoy entusiasmado” aseguró Hart en una entrevista concedida a la revista Variety.
Tras el anuncio de su retiro, se especuló sobre quién sería el nuevo candidato para maestro de ceremonias, pero finalmente la Academia confirmó que la gala no tendría un conductor especial y que serían los mismos actores invitados quienes se harían cargo de la premiación.
