Huesca, España.
El mediapunta hondureño Jonathan Rubio reveló que en 10 días sabrá si se queda en el Huesca de la primera división de España.
El futbolista sampedrano firmó por tres años con el club español, pero al no tener el pasaporte comunitario tendría que ocupar una de las tres plazas que ya están llenas en el equipo.
“Desde que vine sabía que tendría ese problema, pero yo sigo trabajando. No estoy haciendo prueba porque ya pertenezco al equipo, si en estos días sale un jugador yo me quedaría; si no, tocará buscar uno nuevo. Estoy tranquilo”, dijo el futbolista.
El Huesca es dirigido por el exjugador argentino Leo Franco, quien le ha seguido de cerca la carrera a Rubio. “El entrenador está contento, ya me conocía porque desde antes me había seguido. Me gustaría quedarme. Yo no estoy tratando de convencer porque formo parte del equipo”, dejó claro.
Opciones
En caso de que Rubio no se quede en el Huesca, sus representantes buscarán una oportunidad en algún equipo de la segunda división o en Portugal.
“Para poder tener el pasaporte comunitario solo me faltan dos años en Portugal, por eso me gustaría jugar allá en un equipo de la primera división o en uno que esté peleando el ascenso”, mencionó.
¿Despreciado?
Jonathan Rubio es un jugador sampedrano que a los 14 años se fue a tocar puertas en España. Salió de la Escuela de Fútbol Juventud Henerma que dirige el entrenador Néstor Matamala. Su primera escala en el fútbol la hizo en la Fundación Marcet de Barcelona.
En 2015 cuando tenía 18 años fue comprado por el Gil Vicente de la segunda división de Portugal con el que se convirtió en titular indiscutible.
En todo ese proceso, Matamala le buscó una oportunidad en las selecciones juveniles sub-17, sub-20 y sub-23, pero en ninguna de ellas pudo quedarse.
“Todos los entrenadores que ha tenido Rubio en Europa han quedado encantados con él, menos los entrenadores hondureños. Yo siempre dije que le daría un buen jugador a la Selección y porque sabía de su calidad fue que lo llevé; pero sin ninguna explicación siempre le dijeron no. Ahora salen justificando sus errores y no quieren aceptar que se equivocaron”, reclamó Matamala.
“Yo le tengo un gran cariño al profesor Matamala, siempre lo he dicho que él es mi padre del fútbol. No sé por qué no les he gustado, pero en el fútbol nadie es dueño de la verdad”, reconoció Rubio.
Algo en común con su amigo
El jugador vive algo similar a lo de su gran amigo Anthony Choco Lozano, quien cuenta con una gran cantidad de duros críticos por su forma de juego.
“En Europa el fútbol es más técnico y allá más físico. La verdad es que no sé cuál es el motivo para no haber sido tomado en cuenta”, apuntó.
También agradeció a los aficionados que a través de las redes sociales han pedido, en su nombre, una oportunidad en la Selección. “Agradezco primero a Dios y a todas esas personas por apoyarme”.
¿Qué ha hecho para no desmayar? “Nunca he pensado en dejar el fútbol, desde que salí del país supe que iba a ser complicado, pero yo siempre he puesto la cosas en manos de Dios. Siempre soñé y dije que me gustaría jugar en España, quizá se me dio rápido, pero siempre trabajé con este objetivo”, puntualizó el jugador.
