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Gobierno bautiza módulo de Támara como El Pozo III

  • 16 octubre 2017 /

Esta cárcel fue reconstruida y en los próximos días recibirá presos por casos de alto impacto que están en batallones, entre ellos Mario Zelaya, del IHSS.

Tegucigalpa, Honduras.

El módulo de máxima seguridad del Centro Penitenciario Nacional de Támara fue remozado y rebautizado como el Pozo III por las autoridades del Gobierno.

Allí permanecieron por años miembros de las maras 18 y MS. A pesar de ser de máxima seguridad, llegó a ser ingobernable e incluso destruido hasta que los prisioneros altamente peligrosos fueron trasladados en marzo a El Pozo de Santa Bárbara y La Tolva en Morocelí.

Ahora, con nuevos aires, esta área especial de la cárcel conocida en el pasado como la Maquila será la pesadilla de peligrosos cabecillas del crimen organizado que ordenaban asesinatos, secuestros, robos y extorsiones y que purgarán allí sus penas.

Esta cárcel tiene capacidad para albergar a 208 reos en 104 celdas de 2 metros de ancho por 2.20 metros de largo.

Foto: La Prensa

Aún tiene reos de mediana y baja seguridad.
Fue prácticamente reconstruida, porque la que había antes en el lugar, aunque era considerada de máxima seguridad, no cumplía los requisitos internacionales.

“Una colchoneta para dormir, un lavamanos y una letrina, eso es todo lo que hay en cada celda. Nada de celulares ni teléfonos satelitales con los que puedan seguir operando. Tampoco hay plasmas, radios, refrigeradoras, estufas, mesas de billar. Habrá dos privados de libertad por celda”, señala un comunicado de prensa de Casa de Gobierno.

“Aquí es peor que el Pozo I y el Pozo II”, dice uno de los responsables de la seguridad.

Más seguridad

Según el comunicado, la cárcel de Támara vuelve a ser de máxima seguridad, ya que cuenta con un área de control y monitoreo, locutorios, consejo técnico interdisciplinario, cocina, reseña de cada recluso (evaluación médica, psicológica, condición jurídica y médica) y área para tomar el sol.

Foto: La Prensa

Sus sistemas de seguridad fueron reforzados y se le dio una nueva imagen.
Las personas que cumplirán sus penas en el nuevo módulo de máxima seguridad no tendrán privilegios. Estarán 23 horas en cada celda y podrán gozar de una hora de sol al día.

Tendrán derecho de tener una visita al mes, en espacios sin contactos físicos. De esa forma se evitará que manden mensajes codificados a los compinches que están en el exterior.

Además, tendrán tres tiempos de comida al día, acompañados de agua mineral.

Los reos de alta peligrosidad y agresividad tienen derecho a la comunicación a través de cartas para sus familiares, previa revisión de los elementos del Instituto Nacional Penitenciario, amparados y velando por los derechos que emanan de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el tema de los privados de libertad.

Foto: La Prensa

Operará con las mismas reglas estrictas del Pozo I y La Tolva adonde los reos están la mayor parte del tiempo confinados y recibiendo solo una hora de sol al día.
En el nuevo módulo aparte de cumplir con todos los estándares de calidad internacional requeridos, se vela por el cumplimiento de los derechos humanos.

Asimismo, se cuenta con un equipo técnico interdisciplinario que incluye médicos generales, odontólogos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales y abogados.