Se ha preguntado qué haría si descubriera que padece VIH-sida, a quién sería la primera persona que se lo diría, cómo afrontaría su vida después de saber que tiene este virus. Sin duda nadie quiere tener que averiguarlo, pero son interrogantes que más de 30 mil hondureños, que están infectados, ya se han tenido que responder a sí mismos.
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