23/04/2024
12:01 AM

Dilma, el fin de una era de la izquierda en América Latina

Brasilia.

Este gobierno es “ilegítimo” y “lucharemos para volver”, dijo ayer Dilma Rousseff, un día después de que el Senado la suspendiera de la presidencia de Brasil. “Un gobierno ilegítimo precisa siempre de mecanismos ilegítimos para mantenerse”, apuntó en su primera intervención pública luego de ser reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer, a quien considera un traidor.

Su destitución transitoria es el fruto de una conspiración orquestada entre el Congreso y las élites tradicionales, explicó una Rousseff animada, y anticipó que se mantendrá activa políticamente para defender su posición ante la sociedad.

La suspensión de Rousseff, una exguerrillera de 68 años que se convirtió en la primera mujer en asumir el poder del gigante sudamericano en 2011, marca el fin de una era de la izquierda en América Latina.

Boaventura de Sousa Santos, uno de los académicos e investigadores más importantes en el área de la Sociología Jurídica a nivel mundial, define el caso como un “neogolpe... un escenario en el que un gobernante electo queda impedido por una acción parlamentaria y sin ninguna causa en términos constitucionales”, explica el académico.

Combativa

“Tenemos que defendernos políticamente. Esa defensa se hará para toda la sociedad brasileña y pretendo ir cada vez que sea invitada y responder sobre las razones que llevaron a este proceso, con las que tengo una profunda discordancia”, dijo Rousseff.

En su primer día fuera del cargo, Dilma dijo que no tendrá mucho tiempo para sus asuntos privados: “Voy a viajar por Brasil y no descarto ir al exterior si me convocan. Si considero que es adecuado voy a viajar a cualquier lugar... Brasil tiene hoy un gobierno provisorio, interino y una presidenta electa por 54 millones. Hay un ilegítimo desde el punto de vista de los votos. Lucharemos para volver”.

Foto: La Prensa



Funciones

“Con la ayuda de todos, quiero encarrilar este país en estos dos años y siete meses”, dijo Temer ayer en su primera entrevista tras asumir la jefatura de Estado.

“Quiero que al dejar la presidencia, me miren y por lo menos digan ‘Este tipo ordenó el país’”, dijo a la revista Época.

Las declaraciones de quien fue vice de Rousseff durante cinco años y medio evidencian su deseo de permanecer en el poder hasta fines de 2018. Pero para eso, Rousseff deberá ser destituida definitivamente del cargo.

El gabinete de Temer ya ha recibido críticas y cuestionamientos, en particular por la ausencia de mujeres y negros. “Todos los hombres de Temer”, tituló irónico y en grandes caracteres en portada el diario O Dia, sobre una foto del nuevo Ejecutivo.

“Tratamos de buscar mujeres pero debido a la agenda no fue posible”, dijo el nuevo jefe del gabinete de Temer, Eliseu Padilha. Agregó que la ausencia será compensada por la designación de mujeres en cargos no ministeriales que tengan “una importancia similar”. Además el gabinete también es cuestionado por la presencia de al menos tres ministros que están en la mira de los fiscales que investigan el megafraude a Petrobras.