San Pedro Sula, Honduras
María Paola Reyes, como dice llamarse, no recuerda su edad, pero si es consciente de que las calles y avenidas de San Pedro Sula han sido testigos de cada una de las arrugas que ahora cubren su cuerpo.
Aunque asegura tener años viviendo en las calles, hace más de siete meses que convirtió en su hogar una parada de buses en la acera del hospital Mario Catarino Rivas.
En sus momentos de lucidez mental relata cómo es vivir a la intemperie con un clima frío que le juega en contra.
“Hay gente mala, mi cobija son los cartones que recojo en la calle y los trapos que me encuentro, pero cuando estoy dormida vienen a quitarme todo y aguanto frío y hambre toda la noche”, indicó Reyes.
Como ella, son muchas las personas que viven en esas condiciones, principalmente en el centro de la ciudad.
Ellos además de exponerse al frío, que en los últimos días azota gran parte del país, viven en las calles propensos a la desnutrición, neumonía, tuberculosis, anemia e infecciones intestinales y sexuales.
LA PRENSA contactó a personal de la Municipalidad, Gobernación, Iglesias, organizaciones sin fines de lucro, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Policía Municipal, y lamentablemente nadie tiene registro de cuántas personas viven en las calles de la capital industrial.
 A falta de suéter, una bolsa de plástico se convierte en la aliada de una sintecho.
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Solidaridad
Pese a que nadie los cuenta, hay muchos que los ayudan. Entidades como la Misión internacional Voces de Esperanza, la que dirige Mario Kafati, les brinda apoyo. Además colaboran con ellos el Despacho de la Primera Dama.
“No solo damos ropa, apoyamos con comida, medicinas, sillas de ruedas o cubrimos necesidades que estas personas tengan. Extendemos nuestra labor a todo el territorio nacional, es un trabajo que hacemos hace más de 10 años. Colaboramos con iglesias y nos unimos al programa Vida Mejor para ayudar a más personas. Esto es algo que hacemos durante todo el año y nos ayuda la Copeco, 105 Brigada y Cruz Roja”, indicó Kafati.
Unicef y Comisión Económica para América Latina (Cepal) realizaron un estudio que reveló que el 67.9% de la población hondureña menor de 18 años vive en condiciones de pobreza.
 Los indigentes se reparten las aceras buscando un lugar adonde dormir.
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