19/04/2024
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Allanan oficinas de la Volkswagen en Alemania

  • 08 octubre 2015 /

El escándalo de la empresa de automóviles ha provocado el enojo de miles de clientes.

Berlín, Alemania.

La policía alemana allanó el jueves la sede de Volkswagen, incautándose de documentos y discos duros en el marco de la investigación sobre el fraude masivo de los controles de polución de coches diésel.

Los allanamientos se llevaron a cabo en la sede del gigante automovilístico en Wolfsburgo (norte) y en oficinas de otras ciudades, así como en viviendas privadas, precisaron fuentes policiales a la AFP.

Los registros se proponían 'poner a buen recaudo documentos y datos informáticos' susceptibles de deslindar responsabilidades en el escándalo de los motores diésel, indicó en un comunicado la Fiscalía de Brunswig.

Los operativos se produjeron poco antes de que el jefe de Volkswagen (VG) en América del Norte, Michael Horn, admitiera ante el Congreso de Estados Unidos que se enteró de que podía haber un problema con los motores 'pocos días antes' de la reunión de 3 de septiembre de 2014 entre la empresa y un organismo del estado de California.

Volkswagen reconoció haber instalado un software en once millones de motores diésel de varias de sus doce marcas, para superar sin problemas los controles de polución.

El escándalo, que estalló el mes pasado en Estados Unidos, puso a la firma en la mira de la justicia de numerosos países.

Escándalo del año

Las revelaciones provocaron una depreciación de más del 40% de las acciones de VW en la Bolsa de Fráncfort y confrontan a la compañía a incalculables multas y costes judiciales.

Horn aseguró que al ser informado de 'un posible incumplimiento' en las normas de emisiones ignoraba que se tratara de dispositivo para trampear controles.

'En aquel momento, no había entendido lo que era un dispositivo engañoso. Y tampoco tenía idea de que eso pudiera estar en nuestros autos', declaró en el interrogatorio ante los legisladores estadounidenses.

El ejecutivo ya había presentado el miércoles en un comunicado sus 'sinceras disculpas' y prometido una amplia cooperación en la investigación sobre un caso que quebrantó 'la confianza de los clientes, socios y empleados' en la empresa alemana.

'Este es el caso Lance Armstrong de la industria automotriz', dijo el congresista Peter Welch, en referencia al ciclista estadounidense que fue despojado de sus siete victorias en el Tour de Francia tras ser condenado por dopaje.

Volkswagen, que este año se había convertido en el primer vendedor mundial de autos, tiene una plantilla de 600,000 efectivos.

En Alemania, el nuevo presidente de Volkswagen, Matthias Müller, dijo que cuatro empleados han sido suspendidos por el escándalo pero que no creía que los máximos gerentes estuvieran al tanto del fraude.

Müller trató de librar de sospechas al equipo de su predecesor Martin Winterkorn, que renunció tras el estallido del escándalo.

'No lo creo', afirmó. '¿A usted le parece que un patrón tiene tiempo de ocuparse de la vida interna de los software de los motores?', interrogó.

El software fraudulento se creó en 2008, cuando pareció imposible conciliar los imperativos de costos y las exigencias ambientales para proponer un 'diésel limpio' en Estados Unidos. Müller afirmó en la entrevista que la astucia informática se diseñó en la sede de Wolfsburgo y no en Estados Unidos.

El arreglo de los coches trucados para adecuarlos a las normas legales durará meses. 'Si todo transcurre como está previsto, podremos empezar las reparaciones en enero, y a fines de 2016 todo debería estar en orden', declaró Müller al diario alemán. AFP