Tegucigalpa, Honduras
Los militares dejaron sus campamentos y unidades para honrar la memoria del más grande prócer, el general Francisco Morazán.
Recordaron su valentía y ejemplo en un vistoso desfile en la capital, en el que participaron más de siete mil miembros de las Fuerzas Armadas, de las ramas terrestre, aérea y marítima. La jornada cívica inició a las 8:30 am en el bulevar Suyapa, a inmediaciones del puente Paz y Esperanza, con el desplazamiento de un vistoso pelotón de banderas.
Desde 1997 las Fuerzas Armadas no desfilaban en la conmemoración del Día del Soldado Hondureño, que cada año recuerda el nacimiento de Morazán, impulsor de la unión centroamericana. Los militares marcharon hasta el Estadio Nacional ante la presencia de miles de personas que aplaudieron y ovacionaron uno a uno los pelotones.
El desfile fue encabezado por el pelotón del Estado Mayor Conjunto, en el que marcharon los miembros de la cúpula militar y el secretario de Defensa, Samuel Reyes. Luego desfilaron uno a uno varios pelotones de la Academia Militar General Francisco Morazán, miembros del Ejército, Fuerza Aérea, Fuerza Naval y la Asociación de Veteranos de Guerra. En medio de la marcha, helicópteros militares sobrevolaron los cielos en el bulevar Suyapa, haciendo demostraciones de destrezas mediante sobrevuelos en cuerda sincronizados.
El estadio estaba repleto de personas que llegaron a presenciar las demostraciones de cada uno de los pelotones de las Fuerzas Armadas. En el interior, sobre tres tarimas, instaladas frente al sector de silla, apreciaron el desfile el presidente Juan Orlando Hernández, su esposa Ana García y miembros del Gabinete.
Estuvieron presentes miembros de la Alcaldía del Distrito Central y representantes del cuerpo diplomático.
Durante la actividad fueron fuertemente ovacionados al ingresar al estadio los miembros de la Policía Militar.
Fueron varios los pelotones que representaron a la Policía Militar, pero uno de los más aplaudidos fue el Batallón Canino, integrado por al menos 100 perros especializados en la detección de droga. La mayor atracción del evento fue el salto de infiltración con perros que consistió en el salto libre en paracaídas con canes antidrogas, en un ejercicio que despertó la admiración de los presentes. Además, animó al público la demostración de un ejercicio de rescate encubierto antidrogas.
Las potentes turbinas de los aviones F-5 daban inicio al despliegue aéreo en el cual se incluyó también a los LET-410, los Caravan 208-X, además de los Tucanos T-27 y los cazabombarderos A-37B.
