Ciudad de Guatemala.
En Guatemala, la ira popular hizo caer a la vicepresidenta
Roxana Baldetti el 8 de mayo tras verse salpicada en una red de
defraudación fiscal en aduanas.
En los últimos días, Guatemala ha vivido una oleada inédita de manifestaciones pacíficas contra la corrupción en las que indígenas, campesinos, trabajadores, estudiantes y pobladores de las ciudades exigen la renuncia del presidente Pérez. Tanto Hernández como Pérez han rechazado dimitir, al desligarse de las acusaciones de corrupción, pese a la presencia de multitudes en las calles semana tras semana para exigir sus renuncias.
Manifestaciones multitudinarias de pobladores indignados por escándalos de corrupción tienen contra la pared a los gobiernos de Guatemala y Honduras, que enfrentan acusaciones de desvíos millonarios de recursos, mientras expresidentes de El Salvador y Panamá lidian con denuncias durante sus gestiones.
'Estamos viendo que la gente está un poco cansada, asqueada, indignada con la corrupción. La gente tiene conocimiento de muchos actos de corrupción y está haciendo las denuncias, anónimas o no, y están saliendo', comentó a la AFP Carlos Gasnell, presidente del capítulo panameño de Transparencia Internacional.
En Honduras, el mandatario Juan Orlando Hernández, enfrenta la indignación de multitudes que han tomado las calles a protestar por desvíos de recursos del Seguro Social.
Hernández llegó a admitir que el Partido Nacional (PN, derecha) recibió fondos provenientes del Seguro Social. Sus adversarios lo acusan de recibir 90 millones de dólares desviados de ese organismo.
'No tenemos nada que ver con eso (desvío de recursos del Seguro Social)', aseguró a periodistas el gobernante hondureño, cuyo mandato termina en 2018.
 Miles de hondureños protestan contra la corrupción en las denominadas marchas de antorchas.
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En los últimos días, Guatemala ha vivido una oleada inédita de manifestaciones pacíficas contra la corrupción en las que indígenas, campesinos, trabajadores, estudiantes y pobladores de las ciudades exigen la renuncia del presidente Pérez. Tanto Hernández como Pérez han rechazado dimitir, al desligarse de las acusaciones de corrupción, pese a la presencia de multitudes en las calles semana tras semana para exigir sus renuncias.
Escándalos a lo largo del Istmo
El cáncer de la corrupción también alcanza a El Salvador, donde el expresidente Francisco Flores (1994-2004) tiene abierto un proceso judicial por el desvío de 10 millones de dólares donados por Taiwán para financiar la campaña electoral de su partido en 2004. También a Panamá, cuyo exgobernante Ricardo Martinelli (2009-2014) se mantiene fuera del país en medio de denuncias por sobrefacturación en la compra de alimentos deshidratados para escuelas.
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Y una larga lista de personas relacionadas con el gobierno de Martinelli están encarceladas por irregularidades en contratos millonarios.
Incluso Felipe Virzi, segundo vicepresidente durante el gobierno de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999), fue detenido por su supuesta vinculación con pagos irregulares provenientes de una empresa ecuatoriana para la adjudicación de un fallido proyecto durante el gobierno de Martinelli.
