Puerto Cortés, Honduras.
Cientos de veraneantes disfrutaron ayer de las playas de Omoa y Puerto Cortés, las que lucieron limpias y seguras, algo que según los vendedores, es solo el preludio de la alta concurrencia que habrá en estos municipios durante en Semana Santa.
Cada 10 kilómetros, en el bulevar del norte que conduce a Puerto Cortés, elementos de la Policía Preventiva y Militar han montado retenes para asegurar que los conductores acaten la ley. Además aprovechan para recordarles las medidas de seguridad.
En Omoa, autoridades prevén un tráfico de veraneantes superior al medio millón, los cuales serán resguardados por más de 45 elementos de seguridad, además del cuerpo de bomberos y Cruz Roja.
“En la comunidad garífuna de Masca tenemos 45 restaurantes de primera, donde se come muy sabroso”, señaló el alcalde de Omoa, Ricardo Alvarado.
Más de cinco excursiones llegaron ayer al municipio, y los visitantes disfrutaron de las diferentes playas y balnearios de la zona.
En Puerto Cortés, familias enteras se deleitaron con grupos musicales, platillos típicos y ardiente sol.
Cientos de veraneantes disfrutaron ayer de las playas de Omoa y Puerto Cortés, las que lucieron limpias y seguras, algo que según los vendedores, es solo el preludio de la alta concurrencia que habrá en estos municipios durante en Semana Santa.
Cada 10 kilómetros, en el bulevar del norte que conduce a Puerto Cortés, elementos de la Policía Preventiva y Militar han montado retenes para asegurar que los conductores acaten la ley. Además aprovechan para recordarles las medidas de seguridad.
En Omoa, autoridades prevén un tráfico de veraneantes superior al medio millón, los cuales serán resguardados por más de 45 elementos de seguridad, además del cuerpo de bomberos y Cruz Roja.
“En la comunidad garífuna de Masca tenemos 45 restaurantes de primera, donde se come muy sabroso”, señaló el alcalde de Omoa, Ricardo Alvarado.
Más de cinco excursiones llegaron ayer al municipio, y los visitantes disfrutaron de las diferentes playas y balnearios de la zona.
En Puerto Cortés, familias enteras se deleitaron con grupos musicales, platillos típicos y ardiente sol.
