17/04/2024
11:43 PM

Mayoría de casetas del Rivas no cumple con higiene

Por el alquiler de cada caseta se pagan 4,300 lempiras mensuales.

San Pedro Sula, Honduras.

En los alrededores del hospital Mario Catarino Rivas hay ocho casetas que se dedican a la venta de alimentos y otros artículos para las personas que llegan a cuidar a sus parientes enfermos, pero estos negocios no cumplen con los requerimientos de operación y el único beneficio que el centro asistencial recibe es el pago del alquiler del espacio, que asciende a L4,300 por mes.

En el informe que fue presentado la semana pasada al Gobierno y al que tuvo acceso LA PRENSA, la comisión interventora establece que la mejor opción para los usuarios y el hospital es que se instalen dos cafeterías que sean bastante amplias para satisfacer la demanda y obtener más recursos económicos.

“Cabe destacar que en los predios del hospital hay cafeterías que se alquilan a diferentes personas para el expendio de alimentos al público. En su mayoría no cumplen con los requisitos sanitarios establecidos y aparte del pago de alquiler no representan ningún beneficio para la institución”, indica un fragmento del informe.

En este sentido, la decisión de la comisión versa sobre el término de los contratos para que estos sean cancelados definitivamente y “se busque un arreglo con la Fundación del Hospital Mario Catarino Rivas para establecer cafeterías manejadas por la mencionada fundación y que las ganancias beneficien al hospital y no a particulares como ocurre actualmente”, cita el documento.

Hay pláticas

Jessica Pérez, directora de comunicaciones del Rivas, confirmó que la sugerencia fue aceptada y ya hay pláticas con los representantes de la fundación para determinar la fecha de inicio del proyecto.

“Precisamente hoy compré una baleada que tuve que botar porque hasta piedras tenían los frijoles. A esta gente le interesa vender, pero no con calidad. Desde que uno entra el ambiente es sucio y polvoso, lleno de moscas y no debería ser así, menos en un hospital”, dijo Ramón Izaguirre, familiar de un paciente.

Los dueños de los negocios señalaron que solo han recibido una notificación sobre la reestructuración, pero no les mencionaron la cancelación de los contratos.

“Tengo 30 años aquí. Con esto mantengo a mi familia y me preocupa que me lo quiten. Hace unos días cerraron muchas por orden de la Región Sanitaria, porque eran insalubres, pero cuando cumplieron los requisitos las abrieron otra vez. Debemos buscar los medios para mejorar, pero no deben quitarnos el trabajo”, expresó Inna Lavariel, propietaria de cafetería.